A todos nos tocó transitar por un camino que, entendemos, ya
estaba establecido cuando vinimos al mundo.
No pudimos elegir el lugar ni el tiempo y tuvimos –sí o sí-
que seguir para adelante. Nadie nos preguntó si estamos de acuerdo o no, ya había
sido establecido de antemano el camino a seguir. Ya estaba marcado y no pudimos
apartarnos de él aunque lo hubiéramos deseado.
El paso del tiempo irá mostrando la senda recorrida, es
decir, lo vivido y lo ha vivir ya está, no queda tiempo para corregir, ni siquiera el más leve de los retoques. ¿Qué nos aguarda?
El hoy y el mañana, tal vez.
Podríamos decir que ese hoy lo vamos conociendo a medida en
que lo vamos experimentando. Hay veces que en nuestros pensamientos nos parece
que somos los dueños de nuestros actos y creemos que tenemos la satisfacción de
“elegir” y poder planificar lo que nos parece mejor, aunque a veces “a
sabiendas o no” elegimos mal el derrotero.
¿Qué nos queda entonces? Ese ayer se fue, el hoy está como
nuestra piel, acompañándonos en cada momento, y el mañana ¿quién puede
detallarlo? Si lo hay ¿Cómo será? ¿Merecerá la aprobación de los demás o será
motivo de quejas de todos aquellos que a nuestro lado están atentos para
juzgarnos aplaudiendo o censurando nuestro proceder? ¿Qué podemos hacer
entonces? Nos sentimos incompetentes. Si pudiéramos corregir todos los errores,
sería el gran remedio, y estaríamos en paz. Nos quedaría entonces el mañana…
¡Si lo hay!
Más relatos en lo de Pepe
Sí, si hay un mañana...
ResponderEliminarMe gusta tu relato, mucho, aunque yo estoy convencida de que algo de participación si tenemos, que el destino solo es el 50% :)
Me encanta leerte. gracias!
Muchos besos
Sí, si hay un mañana...
ResponderEliminarMe gusta tu relato, mucho, aunque yo estoy convencida de que algo de participación si tenemos, que el destino solo es el 50% :)
Me encanta leerte. gracias!
Muchos besos
Pero mientras tanto, vivamos el presente, sin tratar de cambiar el pasado que no se puede, y disfrutando a pleno cada momento que nos regala el destino.
ResponderEliminarUn abrazo.
Voy con mucho tiento, en ampliar mi lista de blogas a comentar,.no por nada especial, sinó por no ampliar la obligación de seguirlos seimpre. Por esto nunca estuve en tu blog ,a pesar de haberte visto muchas veces. Lamento no haber entrado nunca, porque hoy que lo he hecho me has convencido plenamente. Me ha gustado mucho tu entrada y la forma como has planteado el tema. Un saludo muy cordial-.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Totalmente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Planteaste algo interesante. El ámbito, las circunstancias no se eligen.
ResponderEliminarTal vez se pueda elegir que hacer con eso. O intentarlo.
Muy bien planteado.
El escritor Albert Espinosa dice que Cuando creemos saber todas las respuestas viene el universo y nos cambia todas las preguntas.
ResponderEliminarUn saludo.
El escritor Albert Espinosa dice que Cuando creemos saber todas las respuestas viene el universo y nos cambia todas las preguntas.
ResponderEliminarUn saludo.
Un texto que sin duda alguna invita a reflexionar sobre la vida, el futuro, el pasado, el hoy... Creo que el destino está ahí claro, nos puso en este mundo sin preguntar si queríamos venir aquí... no podemos elegir muchas de las cosas pues ya nos vienen escritas en el cogote como digo yo, pero sí podemos elegir otras muchas...
ResponderEliminarMe ha gustado tu pensamiento.... mucho...
Besinos!!
No elegimos donde nacer, en qué entorno, cuales serán las dificultades que nos rodean. ¿Decide el destino por nosotros?. Tampoco decidimos el momento de morir. ¿quien lo decide?. Las normas, reglamentos, leyes, coartan nuestra libertad de acción. Así que eso que se ha dado en llamar "libre albedrío", lo tenemos más bien limitado. Pero nos hacemos la ilusión de que somos dueños de nuestro devenir. Me han gustado tus reflexiones sobre el destino Eduardo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eduardo nos queda la libertad para decidir. Nada está escrito, aunque lo parezca. Yo decido, tú decides, él decide... con toda seguridad alguno nos equivocaremos en la elección. Siempre fue así.
ResponderEliminarAbrazos