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jueves, 26 de septiembre de 2013

ESTE JUEVES, RELATO: REMEMBRANZAS


Fui invitado una vez a que resumiera en unas líneas el desarrollo de mi vida, pero con el compromiso de mi parte, de que el relato debería ser tan fiel que por más que fuera triste, amargo o desgraciado, sería el reflejo de la verdad, sin omitir nada.

Traté de memorizar todo aquello que viví y se me ocurrió poner  por separado todo lo agradable que conocí y por otro lado, aquello que no debió ser y fue.

Así pude revivir todo aquello que alcancé a SOÑAR lo necesario para AMAR era como si pudiera VER BAILAR a mi alma y era tan grato el recuerdo que hasta llegué a pensar que, si así no hubiera sido, me habría sentido MORIR.

Tal vez quede algo todavía de lo bueno para escribir, y para eso dejo un lugar en blanco.

Ahora debo ocuparme de lo otro. Pero tengo una duda, no sé si queda suficiente papel o si es que tengo pereza y no escribo.


Prefiero esperar.


Más relatos jueveros, en lo de Alfredo.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

ESTE JUEVES, UN RELATO: RECETAS



RECETAS

Si quisiéramos hacer un resumen de nuestro proceder en este mundo en que vivimos, podríamos recordar muchas fórmulas, frases, consejos, que nos han servido para comportarnos en forma correcta, de tal manera que no debiéramos sentir ningún reproche con los que se nos incrimine.

Puede que esas palabras que escuchamos hayan sido muchas, pero también puede ser que nos parezca que “no nos conviene” oírlas, y las dejamos de lado creyendo que su destino debería ser el olvido.

Todo eso sólo lo sabemos nosotros, y si nos tomamos la molestia de recordar todo lo que hicimos -bueno o malo- tal vez se daría el caso que no estaríamos satisfechos con nuestro proceder y entonces veríamos con pena que no quedó mucho para enseñar o educar a alguien de nuestro entorno.  Pero hubo “recetas” que reclaman ser cumplidas, es una larga lista, que dejan una enseñanza y educan, pero es un tema tan complejo que a veces preferimos no tratarlo -es mucho más cómodo-

Entre tantas cosas, recordamos haber leído “que sería muy triste abandonar este mundo sin haberle dicho a quienes hemos amado lo mucho que lo hemos querido”. Costaba tan poco y nos callamos.

Nos olvidamos tal vez, de “agradecer los bienes recibidos, por poco que hayan sido, y si lo recibido fue mucho, agradecerlo doblemente”. Quizás nos pareció poco y nos callamos otra vez.

Y las “recetas” incumplidas siguen. La lista puede ser interminable.

Mejor recordar algo que alguien escribió: “vivirás tu vida de forma tal que aquellos que reían cuando al nacer, tú llorabas, lloren cuando al morir tú sonrías”.


Podríamos probar en esa forma dejando un recuerdo que sería la mejor de todas las recetas. Tratemos de empezar hoy, pues queda mucho por hacer.


Más recetas, en el balcón de Cass

martes, 3 de septiembre de 2013

ESTE JUEVES UN RELATO, El olvido



Si tuviésemos que hacer un resumen de nuestra vida, tratando que no se escapara ningún detalle, necesitaríamos dos tipos distintos de listas: en una trataríamos que estuviera registrado todo lo bueno que pudimos hacer en nuestro diario vivir, todo absolutamente todo, pero buscando que fuera la pura verdad, sin omitir nada, ni siquiera lo más mínimo, aunque nos pareciera que no tiene importancia.
Haríamos una lista de forma que la sinceridad sería el principal ingrediente, dando lugar a que no se nos escape nada ni tampoco se agregue nada a favor porque sí.
Lo importante sería que mostrara todas las virtudes que pudiéramos tener, grandes o pequeñas, simples o importantes, para que quedara al final de su confección, un detalle completo y real de cómo somos.
Si se diera el caso que alguien tuviera que opinar y juzgar lo vivido por nosotros, tendría allí la verdad y podrían saber y juzgar cómo fuimos. Con la satisfacción de haber sido sinceros cuando hicimos el inventario de nuestros buenos actos podríamos ocuparnos de hacer otra lista, simple o detallada de lo otro, lo que no debió ser, pero fue. Lo que a pesar del paso del tiempo, no pudo ni borrarse ni cambiarse.
Pero como en el caso de la otra lista - la de las cosas buenas- estaría registrada la verdad, sin omitir nada y podrían verse allí los posibles errores que tuvimos.
Entonces, al final de esas recordaciones, sólo quedaría poner a cada una un título, que resuma y defina lo que fue, una diría con letras bien grandes y legibles todo lo grato que fue y aunque reconociendo que podría haber sido más amplia. Y en la otra bastaría poner unas pocas palabras que digan “para olvidarse”…aunque mejor sería romper esa lista y hacernos la ilusión que nunca existió.

Hay cosas que no debieran existir, pero existen y su destino final debiera ser uno solo, EL OLVIDO. Nos puede costar hacerlo, pero si lo conseguimos, no hará falta nada más.

Más relatos, en lo de Charo