Seguidores

viernes, 23 de octubre de 2015

ÚLTIMA CARTA

Eduardo Américo Frau
(12 octubre 1921 – 22 octubre 2015



Luego de quince días de complicaciones en los que una bronquitis fue derivando hacia una descompensación general, médica y emocionalmente contenido, lúcido hasta el final, sin dolor, y estando dormido, mi papá falleció durante la primera noche de internación.
Se fue bien. Con la serenidad que merecía. Quedan su recuerdo, los momentos compartidos, sus anécdotas, sus ocurrencias, su trayectoria de vida, las relaciones que supo cultivar en distintos ámbitos, las artesanías que disfrutaba y creaba, sus cosas, sus palabras…
Cierro en su nombre, con esta dedicatoria, su blog que tanto significó para él estando en vida. Les agradezco enormemente todo lo que le aportaron a través de sus comentarios y compañía. Los saludos y felicitaciones que le dejaron aquí para su cumpleaños lo pusieron muy contento. Gracias por todo.


Mónica, su hija.

lunes, 12 de octubre de 2015

OTRO CUMPLEAÑOS!

El propietario de este blog hoy cumple 94 años y a modo de celebración hemos armado este post para agradecerles a todos por sus constantes muestras de amistad y cariño. 


La vida merece celebrarse a cada segundo y la mejor manera de hacerlo es teniendo proyectos y disfrutarlos en buena compañía. 
Sírvanse torta, dulces y lo que gusten y súmense al festejo! 







jueves, 1 de octubre de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: AMOR POR LAS PALABRAS


En todos los idiomas, se encuentran palabras que al ser dichas, pueden ser elogiosas o tal vez, a la inversa, pueden llegar a ofender.

Algunas de ellas, brotan de nuestra parte sin querer y sin control, que en lugar de alegrar, lastiman.

Se dicen a veces sin desearlo; otras veces no, y esas son las que más duelen a quien las escucha y que nos dejan un sabor amargo después que las decimos.

Pero también hay otras, -muchas tal vez- que no decimos, y que debieran ser las que nos dan la oportunidad de demostrar nuestro afecto y cariño hacia alguien que nos merece nuestro respeto.

Pero entre las tantas que podemos decir en la vida, hay una que sin saber el por qué, está guardada en nuestro sentir y cuesta mucho decirla cuando debiera ser dicha en el momento oportuno.

Es una palabra que tiene pocas letras, pero a veces nos cuesta mucho decirla cuando debiéramos hacerlo.

Esa palabra que tanto nos cuesta decir tiene un nombre “Perdón” y nos preguntamos muchas veces por qué no la usamos seguido. Algunas veces porque no la buscamos, tal vez porque no la queremos encontrar y pronunciar, nos cuesta hacerlo.

Otras veces, por no acostumbrarnos a decirla, queda en el olvido y no nos damos cuenta de la satisfacción que sentiríamos al poderla usar más seguido.

Deberíamos poner más atención y ocuparnos de que nunca nos falte decirla cada vez que deba ser pronunciada.

Lo ideal sería cambiar nuestra costumbre de pensar y actuar para que nuestro modo de ser no necesite de esa palabra ni de ninguna otra para disculparnos por lo que hayamos hecho mal.

Sería más fácil.

Es difícil pero debe ser posible.

Autor del texto: Eduardo


Más relatos, en el Balcón de Cass

viernes, 14 de agosto de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: Ese largo camino recorrido


Estoy completamente seguro de que en la vida de muchas personas quedan registradas para siempre o casi todos- episodios de lo vivido que fueron quedando atrás.

Podría decirse que es “un largo camino recorrido” que nos permite revivir cosas y momentos que pasaron y se fueron desde aquella lejana infancia hasta el ahora donde nos podemos encontrar.

Fueron etapas que se diluyeron: muchas fueron buenas, ya no están, y hubo otras, esas que no debieron suceder y fueron tal vez las más trascendentes que aún perduran –algunas- y aunque lejanas no pueden olvidarse como desearíamos, y a nuestro pesar, todavía quedan y duelen. El olvido no las consiguió borrar.

Otras veces tratamos de imaginarnos un mañana desconocido e incierto lleno de ilusiones y sueños, ya que no se puede manejar un futuro a voluntad.

Nos queda entonces muy poco para disponer y nada mejor que unas pocas palabras que tanto dicen.
“Ahora o nunca. Mañana es la mentira piadosa con que se engañan las almas moribundas”

En eso estoy.


Autor: Eduardo

Para recorrer más largos caminos, en el blog de Leonor

viernes, 31 de julio de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: LA EDAD DE NUESTRA ALMA


A todos nosotros –no sabemos cómo- se nos entrega un alma para que nos acompañe y sea parte nuestra de por vida.

Nadie pregunta por qué, pero está.

Sin darnos cuenta, al comienzo de nuestros primeros pasos, podríamos decir que no la notamos, que ignoramos, como si no la tuviésemos, pero sigue estando, y sin que lo sepamos, va creciendo junto a nuestro lado, al mismo tiempo; aún está en plena formación, es muy joven todavía para que pueda y sepa transmitirnos lo que necesitamos saber para vivir pero con el correr del tiempo, ya en plena madurez, actúa acompañándonos y nos guía lo suficiente para conducirnos por el camino correcto que aún nos queda por andar.

Nos damos cuenta que tiene vida propia, ya que no actúa por órdenes que le podamos dar; al contrario, ella nos dice cuál debe ser el andar correcto en que debemos ubicarnos.

Nos la fue entregada limpia, sin fallas, en estado puro, no tiene defectos, de forma que al estar a nuestro lado, acompañándonos, nos indica nuestros pasos para que podamos ser como el modelo a seguir.     

No nos pide nada; al contrario, nos fue entregada para darnos lo mejor de sí, y el tratamiento que tenemos la obligación de darle, debe ser el mejor.

Se nos la entrega sin manchas, de ningún tipo, y cuando al final de nuestro camino la que tengamos que devolver, no tiene que tener nada que la opaque. Es nuestra obligación.

¿Su mejor virtud? Tener la experiencia que tiene todo aquel que ha vivido lo suficiente y sabe mantener la frescura y juventud que supo transmitirnos.


Siempre nos cuidó, pero debemos ser nosotros los que nos ocuparemos de que siga a nuestro lado sin necesidad de ninguna clase de reprimendas.      

Autor: Eduardo

Más relatos jueveros en el blog de Maribel.                                                                                                                                                                                                                                                                               

jueves, 23 de julio de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: Un lugar imaginario


Según cuentan, hubo alguien hace ya mucho tiempo, a quien se le ocurrió pensar que existía alguna forma de “sueño” por medio del cual podía ubicarse en un lugar único y desconocido de la tierra en que vivía.

A pesar de ser un pedido raro y poco frecuente, quien tenía a su cargo concederle esa gracia, no vaciló ni un solo instante para proporcionarle su deseo y le entregó algo así como una “varita mágica” para que sus deseos pudieran cumplirse.

Fue entonces que escuchó algo así como una voz desconocida que le dijo:

“la varita mágica que buscas está en tu pensamiento, y verás que al hallarla, todo lo que le pidas se cumplirá”.

Entonces ese alguien que recibió esa gracia, lleno de alegría, con mucho miedo, lleno también de dudas, pensando y pensando para no equivocarse, notó que había perdido mucho tiempo en decidirse, demasiado tiempo, mucho más de lo permitido.

Quiso hacer un repaso de todos los deseos y cosas a pedir, que antes no había hecho, pero se olvidó por completo del mañana que quedaba por delante.

Así muchas veces en la vida tratamos de recuperar cosas que quedaron atrás olvidándonos de todo lo que nos queda por delante, aún por hacer.


Es cuando notamos que ya no queda tiempo ni forma de recuperar todo aquello que pasó y que hoy vemos que quedó tan lejos. Notamos que ya es tarde, demasiado tarde.

Autor: Eduardo

Más relatos jueveros en el blog de Max Estrella

viernes, 17 de julio de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: Flores y colores



Recuerdo que cierta vez, cuando menos me imaginaba, me sentí “obligado” en cierta manera, en contestar lo que se me pedía en forma imprevista, es decir, definir o comentar algo sobre las flores y también sobre los colores.

En cierto momento, me pregunté a mí mismo por qué razón se me consultaba y por qué sobre esos temas. Y por mucho que traté en esos momentos, nada se me ocurrió.

Reconozco que en esos momentos no sabía si los temas eran difíciles o si yo no me sentía capaz de detallar o de imaginar algo al respecto.

Recuerdo que comencé a pensar en las flores y comenzaron a surgir las preguntas que yo mismo me hacía, definiendo las formas, sus fragancias, sus apariencias y pronto comprendí que nada de lo que pensaba tendría sentido.

Pensé al principio ¿qué puedo decir yo sobre lo que se puede sentir cuando se las ofrece a alguien, cuando las elijo o cuando las entrego y por qué?

Me pregunté ¿puedo resumir en esa flor, aún la mejor que encuentre, todo lo que puedo sentir? ¿Puede acaso expresar ella todo lo que se alcanza al sentir al elegirla para entregarla, y se puede considerar en esa flor todo el sentimiento que la misma lleva de mi parte, aún en el caso que consiga la mejor?

Entiendo que el valor de esa flor está, no en su aroma, ni en su color o forma, sino en su significado profundo, en todo lo que quiere decir en el más completo silencio.

¿Y qué podría decir de sus colores? ¿Hay uno mejor que otro? ¿Acaso su color define el sentimiento que quiere expresar? Me pregunto ¿influyen los colores?

Pienso que la magia está en que existan dos personas que aun estando separadas puedan decir sin palabras lo que siente quien la ofrece, para que llegue llena de vida a quien la reciba con la mejor de las sonrisas.

Todo lo demás, su aroma, color y forma, pasa a segundo plano, lo que perdura es otra cosa, aún en el más completo silencio.


Esa es su mejor virtud.


Autor: Eduardo

Más relatos jueveros, en lo de Dorotea

viernes, 10 de julio de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: Sucedió en un tren


Su voz era como un susurro, hablaba y hablaba sin escatimar en detalles. A esas horas de la noche, los pormenores sobre la historia de nuestra familia me adormecían sin poder evitarlo. El abuelo repetía una y otra vez la aventura de aquel viaje en el que una vez en el tren, sucedió, así de simple, brotó de golpe y desde el primer momento, todo cambió:

“¿Cómo llegó? Es una pregunta que no tiene respuesta, de nada sirve buscarla, simplemente, llegó, liviana como un simple roce y desde entonces entró a formar parte de ese sentimiento que está y que se quedó uniendo nuestros pensamientos. Fue desde ese momento que dejé de sentir que era uno sólo para comprender que a partir de entonces comenzábamos a ser dos.

Entonces se volvieron a repetir las preguntas que nos hicimos –quizás los dos- ¿dónde estaba oculto eso que aparecía de repente sin que supiéramos cómo y por qué nacía?


Comprendo que de nada sirven los discursos para encontrar una respuesta, unas palabras, pocas o muchas para explicar eso que surgió en aquel momento, en aquel viaje, en ese tren, para lo que solo bastó una mirada breve, que dejó tanto que todavía hoy me acompaña”

(Autor: Eduardo)

Más relatos, en lo de Alfredo

jueves, 18 de junio de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: UN NUEVO MUNDO



Muchos de los que transitamos por este mundo en que vivimos, en mayor o menor grado, podemos dar un detalle favorable o no, de cómo nos fue con el paso de los años.
Si pudiéramos detallar tal cual fue pasando nos parecería todo fácil, pero los años vividos fueron muchos, tal vez, o puede que no hayan sido suficientes para ser resumidos, pero, así y todo, ni de una forma ni de otra, el detalle .por minucioso que fuera- no alcanzaría tal vez para expresar a fondo todo aquello que fue pasando.
Ese ayer, por haberlo vivido, nos sirve para recordar lo que fue con todo lujo de detalle y de esa forma podemos hacer un balance hasta llegar a un resultado final que puede ser bueno o no.
Pero ese ayer ya pasó; nada de lo vivido puede cambiarse ni retocarse por mucho que quisiéramos y todo lo bueno que desearíamos que volviera otra vez sería imposible.
Por suerte también lo malo que puede haber pasado quedó atrás y revivirlo otra vez sería un lamentable error. Entonces nos encontramos en medio del camino y nos parece ver delante nuestro un panorama mucho mejor.
¿qué debemos hacer entonces? No lamentarnos por todo lo que no pudo ser –si no fue bueno- ya que de nada sirven las quejas. Ya es tarde para corregir posibles errores, y por mucho que deseáramos, cambiar no se podría.
Nos encontramos entonces en un determinado momento en nuestra vida en donde, con suerte, podríamos desenvolvernos mejor para que cada instante pueda ser vivido con plenitud.
Lo que se fue, quedó atrás, ya no sirve, si fue bueno, ya pasó, y si fue malo, lo mejor es el olvido.
Solo nos queda un nuevo mundo -el de un mañana, dios mediante- si podemos disfrutarlo, debemos comenzar a planificarlo con nuestros mejor atención.
Repetir viejos errores sería contraproducente. La vida enseña.

Algo debemos haber aprendido.

Autor: Eduardo.

Más relatos de nuevos mundos, aquí.

viernes, 12 de junio de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: SIETE PECADOS CAPITALES

Esta semana nos conduce Charo

Mi aporte:



Después de mucho pensar, he llegado a una serie de condiciones; he dejado atrás la PEREZA de hacer un análisis completo de mi forma de pensar.

Entiendo que mi relato debe ser completamente sincero, es decir, no tener ni la más remota idea de encerrarme en una recopilación de cosas mías que lógicamente conozco yo y cometer el error de que aparezca en mi pensamiento la AVARICIA de retener o esconder mis errores para evitar que sean conocidos.

Entiendo que no debo tener la SOBERBIA de creer que soy tan perfecto hasta considerarme superior a los demás.

Por otra parte considero muy importante que la ENVIDIA que pueda yo sentir hacia los demás, si es la que hay, desaparezca, .

Entiendo que debo apartar de mí todo lo que considere de tan poco valor como para pensar que no soy un símbolo para nada, ya que eso como tantas cosas, de mantenerse en mí, me haría sentir que estoy en una forma de vida equivocada.

Para poder cumplir con todos estos deseos, no debo permitir que me domine la IRA, ya que a la inversa, necesito la mayor calma para un mejor razonamiento de todo.

Debo también tratar de conseguir que el deseo de ser el dueño de todo llegue a hacerme sentir esclavo de todo tipo de GULA tan despreciable como si me sintiera prisionero de la LUJURIA.
Al conseguir todo eso, pienso en lo que debe ser vivir en paz.

Conviene probar, no debe ser tan difícil y si puede conseguirse, se podrá tener la satisfacción de saber vivir con la conciencia tranquila.

Autor: Eduardo


viernes, 5 de junio de 2015

ESTE JUEVES, UN RELATO: No es oro todo lo que reluce

Esta semana nos conduce Tere


Muchas veces notamos la enorme diferencia que existe entre lo que nos muestran y lo que realmente vemos.

Podríamos darnos cuenta que cuando asistimos a un teatro, vemos sentados en nuestra butaca, el desarrollo de la obra y seguimos el argumento, es decir, vemos lo que se nos quiere mostrar. Y vemos de a poco que participamos en el tema que está sucediendo. Nos parece a veces que somos los protagonistas de lo que sucede sobre el escenario.

Pero si miramos la misma obra desde algún otro lugar, entre bambalinas, lo que podríamos apreciar, es completamente distinto y el desarrollo del argumento de lo que se está representando, nos parecería completamente diferente. Por esa razón, debemos tener cuidado con todo lo que se nos quiere mostrar, ya que muchas veces, lo que observamos no es el reflejo fiel de la verdad, sino que, por el contrario, algo o alguien trata de lo que vemos no sea lo real.

No siempre todo es lo que aparenta ser, sino que puede ser a la inversa, y por alguna razón se nos oculta.

Es cuando toma vigencia el dicho “haz lo que yo digo y no lo que yo hago”.

Por ese motivo conviene aprender y comprobar lo que alguien dijo alguna vez:

“hay que aprender a conocer a los rengos de sentados, y si es posible, aunque no los veamos escribir, sepamos cuál mano usa”.

La vida enseña, debemos aprender a distinguir a diario todo lo que se nos presenta.


Esto sí, esto no.


Autor: Eduardo

jueves, 28 de mayo de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: HABLEMOS DEL DESTINO


A todos nos tocó transitar por un camino que, entendemos, ya estaba establecido cuando vinimos al mundo.

No pudimos elegir el lugar ni el tiempo y tuvimos –sí o sí- que seguir para adelante. Nadie nos preguntó si estamos de acuerdo o no, ya había sido establecido de antemano el camino a seguir. Ya estaba marcado y no pudimos apartarnos de él aunque lo hubiéramos deseado.

El paso del tiempo irá mostrando la senda recorrida, es decir, lo vivido y lo ha vivir ya está, no queda tiempo para corregir, ni siquiera  el más leve de los retoques. ¿Qué nos aguarda? El hoy y el mañana, tal vez.

Podríamos decir que ese hoy lo vamos conociendo a medida en que lo vamos experimentando. Hay veces que en nuestros pensamientos nos parece que somos los dueños de nuestros actos y creemos que tenemos la satisfacción de “elegir” y poder planificar lo que nos parece mejor, aunque a veces “a sabiendas o no” elegimos mal el derrotero.


¿Qué nos queda entonces? Ese ayer se fue, el hoy está como nuestra piel, acompañándonos en cada momento, y el mañana ¿quién puede detallarlo? Si lo hay ¿Cómo será? ¿Merecerá la aprobación de los demás o será motivo de quejas de todos aquellos que a nuestro lado están atentos para juzgarnos aplaudiendo o censurando nuestro proceder? ¿Qué podemos hacer entonces? Nos sentimos incompetentes. Si pudiéramos corregir todos los errores, sería el gran remedio, y estaríamos en paz. Nos quedaría entonces el mañana… ¡Si lo hay!

Más relatos en lo de Pepe

jueves, 21 de mayo de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: La solidaridad

Esta semana, Carmen nos propone hablar de la solidaridad y de su presencia en nuestro mundo. Les dejo mi aporte:


He podido darme cuenta que muchas personas – bastantes- solamente ven, cuidan y atienden lo que más les interesa.

Puede verse que lo primero que se busca es satisfacer el “yo”, los demás, poca importancia tienen, es decir, se da preferente atención “a lo que más nos conviene”-

Esa costumbre se ha ido arraigando de tal manera, que a veces hasta deja de interesarles si alguien de su entorno tiene algunos problemas.

Se piensa que el resto de las personas, aun cuando pasan por ese mal momento, nada de ello tiene mayor valor y la preocupación que sienten por las cosas ajenas es tan relativamente insignificante que hace que el olvido llegue pronto.

Pero afortunadamente quedan personas  -no muchas- que todavía tienen la buena voluntad de ayudar al prójimo en la medida en que pueden.

Ese tipo de solidaridad no necesita que “la obliguen”, aparece por sí sola, ayuda, no pregunta, a veces improvisa, no espera que nada ni nadie la convenza. A veces es un simple apretón de manos, una caricia, una palabra de consuelo, un consejo, la lista es enorme, pero quizás lo más valioso de todo es que su ayuda aparece sin que se la llame.

Hay veces que nos parece haber conocido a la persona ideal, esa que creímos que sería  nuestro mejor compañero; a veces es cierto otras resulta no serlo. Quizás sea a través de los pequeños gestos solidarios que se van dando entre ambas personas la forma en que se llega a verificar la sinceridad de tal afecto.


Quizás haya cosas que sea mejor olvidar, pero lo que nunca debemos dejar de tener presente es la mano tendida siempre dispuesta para ayudar a un amigo o a quien lo necesite.

Autor: Eduardo

jueves, 7 de mayo de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO. DESENVOLVIENDO REGALOS SORPRESA

A propuesta de los amigos del Daily, esta semana cada juevero recibe un regalo sorpresa para dejar volar su imaginación. A mí, Eduardo, me ha tocado en suerte EL PASTOR DE LAS OVEJAS




Recuerdo que hace tiempo, escuché por primera vez, una historia de un pastor que cuidaba un grupo de ovejas.

No sé por qué razón, reviví aquel recuerdo que era tan sencillo y simple, ya que creía que en ningún momento podía interesarme en lo más mínimo.

Pero aun así, sentí una curiosidad por encontrar la razón de ese recuerdo que retornaba, y para ambientarme un poco, comencé a tratar de hilvanar sucesos que me ubicaran en tal o cual episodio que el tiempo se llevó.

Me preguntaba qué podía tener aquel simple “hombrecito” que cuidaba ese rebaño.

Por mucho que pensaba no podía encontrar algo que me diera una respuesta: me era imposible entender qué podría mostrarme esa figura rodeada de paz y silencio y qué podría él imaginar que pasaría en su futuro con el transcurrir del tiempo.

La vida siguió su curso y muchas ovejas de aquel rebaño ya no están. Se fueron, es la vida: otros siguen pero aquel pastorcito –el de la historia- ese que no tenía diferencias con nadie ¿sentirá el cambio en el que hoy se encuentra?

Pienso que las ovejas que le quedan siguen su camino y su destino no tendrá demasiados cambios, pero él, que tiene que seguir viviendo ese hoy en que se encuentra y con ese ayer que ya se fue ¿qué pensará?

Intento imaginarme lo que debe pensar ya que es el único testigo para poder comparar lo que hoy está a la vista, y creo darme cuenta de lo que debe sentir cuando hoy trata inútilmente de comprender.
Sé que si pudiera, pediría que todo el rebaño que queda se agrupara a su alrededor y lo cuidara en agradecimiento por todo lo que hizo ayer, aunque tal vez él desearía ser parte del rebaño, ser uno más.

Seguro sería más feliz.

Autor: Eduardo

jueves, 30 de abril de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: Tomando el pulso a los jueveros



Entre las cosas agradables que puedo disfrutar, está el hecho – aunque parezca simple – de integrar un grupo de gente con la que estoy en contacto semanalmente, pero además de lo que eso representa, me permite intercambiar ideas, pensamientos, etc, que me dan oportunidad de hacer mucho más grato el vivir.

He tenido el gusto de conocer de esa forma distintas opiniones de gente que no he tenido el placer de conocer personalmente, pero el solo contacto semanal – cada jueves- me ha proporcionado una enorme satisfacción, a tal punto que me parece verme rodeado efectivamente de ese puñado de amigos jueveros, y comprobar el valor que tiene el sentirme verdaderamente acompañado. 

Y es cosa curiosa, no los conozco personalmente y sin embargo, he llegado a la conclusión de que no estoy solo. Somos muchos.

He descubierto lo que es tener la satisfacción de sentir junto a mi cada semana compartiendo un mismo tema.

Es mi mayor deseo que esos amigos puedan sentir lo mismo que siento yo. Simplemente quiero decir que el contacto que tengo con ellos para mí es un lujo.


Junto con mi agradecimiento, mi mayor deseo es que esa amistad perdure. Me siento muy honrado de que eso pueda seguir sucediendo con igual entusiasmo.


Autor: Eduardo

Más relatos en el Daily

jueves, 23 de abril de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: LA DESPEDIDA


Ya no queda tiempo para lamentarse por todo lo bueno que no pudimos hacer; de nada sirve; pero sí queda para ocuparnos de todo lo correcto que todavía queda pendiente.

Lo primero que tendríamos que hacer es pedir perdón por todos los errores cometidos, a sabiendas o no.
Creo que haría falta llevar un diario en donde quedaran registrados todos nuestros actos; los buenos y los otros y consultaríamos, si fuera necesario, a cada momento parea evitar el volver a cometerlos.

Pero lamentablemente, muchas veces -o siempre- dejamos esa “escritura” de lado y un buen día, tal vez, nos decidamos a poner en práctica esa idea, pero el tiempo pasa y no lo hacemos.

El momento ya pasó.

Nos queda ese mañana que habrá de llegar -Dios mediante- y ese ahora que tanto esperamos pueda ser vivido sin ninguna mancha que lo desmerezca.

Es el momento de dejar de lado todo eso que no servía ni sirve para nada, eso que cada uno sabe que no tiene ningún valor.

Se me ocurre que es una forma de llegar a la decisión final de esa “despedida” de todo lo que tanto mal nos causa para poder así disfrutar de la satisfacción que habremos de sentir cuando estemos ya seguros de conocer el camino correcto.


Sería un adiós que daríamos a todo lo que equivocadamente tuvimos a nuestro lado.

Autor: Eduardo



Más relatos y despedidas en lo de Pepe

jueves, 16 de abril de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO Dueto de inspiración

OLVIDO Y/O MEMORIA

 

y el destino quiso que aquello que hubo entre nosotros no cayera en el olvido” creímos que ese ayer retornaría y aquella verdad quedó otra vez oculta”

Hubo una vez, hace mucho…
Así sin querer, de a poco, comienzan a recordarse viejas historias que creíamos desaparecidas, fuera de nuestra memoria. Creímos que ya no estaban, pero siguen estando un poco borrosas, pero están. Todavía viven, aunque escondidas, no se olvidaron.

Supusimos equivocadamente que el olvido, que todo lo borra, habría desterrado aquello que hoy otra vez, volvía a repetirse.

¿De quién fue la culpa?

¿La hubo?

La pregunta sigue todavía en pie, pero la respuesta continúa ausente.

¡Si se pudiera volver a aquel lejano ayer y si se pudiera comenzar otra vez todo!

Pero ese ayer no volverá. Sólo queda ese recuerdo que nos hace suponer, por momentos, que todo está como estaba.
Lo que fue, fue; pasó, ya no está. Aquello que fue tan fuerte hoy apenas es ceniza, pero aún así siento que vuelve a estar presente, aún en su ausencia.
Hay cosas que nunca mueren, no merecen morir, siguen estando vivas en completo silencio, pero todavía siguen estando.

Ha pasado mucho tiempo pero aún así, cuando ciertas cosas vuelven a aparecer como si otra vez tuvieran vida, sentimos de golpe que todo vuelve, pero comprendemos que ya es muy tarde y de nada sirve recordar. El tiempo seguirá transcurriendo y tal vez de a poco se irán yendo las cosas de nuestra memoria.

Quisiéramos a veces que no existiera ese pasado que preferiríamos olvidar. Pero en un rincón de nuestro corazón permanecen junto a nosotros y aunque duelan nos acompañarán.


Peor sería tener un corazón vacío.

Autor: Eduardo
Más relatos jueveros, aquí

viernes, 10 de abril de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: EL JARDÍN



Hay momentos en nuestras vidas que acuden a nuestra memoria recuerdos de lo que fue nuestro ayer, registros pasados que nunca se han borrado y que siguen estando vivos a pesar del paso de los años.

Esos registros, buenos o ingratos, tienen el poder de hacernos retroceder en el tiempo y según sea la oportunidad, solemos buscar que sean los buenos los que nos conduzcan en ese viaje. 

Con los otros, intentamos que el olvido los lleve muy lejos, con el deseo de que nunca más consigan retornar a nuestra memoria.

Cuando es así y conseguimos que sean los gratos recuerdos los que nos guíen, tenemos la impresión de arribar a un “jardín imaginario”.

Ese jardín, en el que en muchas ocasiones nos sentimos bien acompañados, está tan bien cuidado en nuestro pensamiento, que no hay flor que no esté en él.

Nos hemos acostumbrado tanto a disfrutarlo y mantenerlo limpio y cuidado que dudamos que pueda existir otro que se le parezca en belleza o lo supere.

Podríamos hacer una lista perfectamente detalle enumerando todas sus virtudes, pero comprendemos de antemano que la lista sería tan larga que dejaría de tener sentido. Nos preguntamos si sería útil tener inventariados las fechas y los detalles de cada una de los recuerdos allí sembrados y llegamos a la conclusión que el hecho de mantenerlos vivos junto a nosotros es lo que verdaderamente importa.

Como en todo jardín, para mantenerlo a salvo, hay que regarlo, limpiarlo. Buscando que no nos invadan ciertas “malezas”, esas que tanto abundan y que, tal como sabemos de sobra, son capaces de arruinar aún el mejor jardín si el descuido o el abandono nos supera.

Si tenemos la suerte de tener en la memoria un jardín como ese, está en nosotros la responsabilidad de preservarlo para poder seguir disfrutándolo. Debemos cuidarlo, desmalezarlo, atenderlo, y mantenerlo bajo riego constante. Eso hace maravillas.

Autor: Eduardo

(Dedicado a todos los jueveros, principalmente a los que en estos días tendrán la fortuna de reunirse en Aranjuez)


Más jardines, en lo Alfredo

jueves, 2 de abril de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: MUNDO DE SENSACIONES

Este jueves la temática propuesta por Cass es bastante amplia, por lo que cada quien podrá interpretarla según su propio criterio.



Los que transitamos por este mundo y en esa marcha estamos desde hace muchos inviernos, nos parece estar sumergidos en un permanente limbo de transformaciones; al ver los distintos cambios de costumbres, modas y avances tecnológicos, sentimos como si cada vez estuviéramos en un nuevo mundo, lleno de situaciones cambiantes que modifican sustancialmente nuestra vida.

Es decir, los cambios constantes de situaciones, pensamientos y costumbres, nos han llevado a veces, sin querer, a un cambio de mentalidad tan profundo que nos sentimos obligados a seguir con la corriente aún a riesgo de cambiar nuestras creencias.

A diferencia de otros tiempos, ahora los cambios son permanentes y profundos. Nos parece que a cada instante, estamos modificando la forma de pensar, a tal punto que sentimos que corren riesgo de alterarse los valores con los que generamos nuestros pensamientos y nuestros actos.

Seguimos sintiendo que lo correcto y honesto sigue siendo nuestro ideal, pero nos sentimos rodeados de formas, pensamientos y costumbres que nos pueden hacer dudar de nuestro proceder. Pero aun cuando nuestra forma de ser y analizar la vida que vivimos se sigue manejando con aquellos puros ideales con que fuimos educados, sentimos como que estuviésemos ubicados en un lugar equivocado.

Pero afortunadamente la estabilidad de nuestra base es sólida, los fundamentos de lo que nos enseñaron sigue invariable, sin cambios; nos deja la sensación de que estamos viviendo en la forma correcta como corresponde, a pesar de tantos cambios que notamos en los demás, como si la vida fuese es para vivirla sin trascendencia, tal como les convenga o venga en ganas en el momento.

Nos toca a nosotros elegir la forma en que tomamos los cambios propios del mundo sin que eso destruya muestras profundas convicciones.


Autor del texto: Eduardo


viernes, 20 de marzo de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: A través de la ventana



¿Cuántas veces nos habremos colocado frente a una ventana para observar lo que sucede afuera?
Si nos hubiéramos tomado la molestia de anotar todo lo que alcanzamos a ver, la lista sería interminable y sorprendente, y lo que es más, mucho de lo visto y escrito podría espantarnos.

Pero también habría que reconocer que allí afuera hay mucho de bueno y que en gran medida eso mismo es lo que nos permite aprender y superarnos, por poco que sea. Aún lo mínimo, si es bueno, enseña.

Pero sucede que, al hacernos ciertas preguntas, no siempre encontramos la valentía para contestarlas:
¿Qué suelen ver los demás cuando nos miran a través de esa misma ventana?
¿Nos verán como realmente somos?
¿Qué interpretarán al observarnos? ¿Encontrarán todo en orden?

Cuando nosotros miramos hacia el mundo, enseguida pensamos que habría muchas cosas para cambiar en él, pero tal vez “nos olvidamos” que los demás también practican el mismo derecho de observarnos y opinar.

Es entonces que quizás optamos por la negación y decidimos cerrar la ventana para no ver aquello que nos resulta ingrato del mundo exterior. Se nos ocurre que es una forma simple de eliminar lo que nos molesta, aun comprendiendo que de esa manera los demás tampoco nos verán y que terminaremos encerrados.

Si lo pensáramos bien, llegaríamos a la conclusión que fundamentalmente somos nosotros quienes deberíamos hacer algunos cambios, definiendo con sinceridad quién somos y cómo somos, para luego sí llegar al equilibrio, aprendiendo a dejar abierta la ventana con total tranquilidad, sin estar pendiente obsesivamente de lo que los demás hacen o dicen, o si se acercan a su vez para evaluarnos.

Que quede abierta para tener la posibilidad de airearnos y comunicarnos, no para juzgar o exhibirnos. 


Autor: Eduardo

Más ventanas, en lo de Gaby

jueves, 12 de marzo de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: MIRADAS


Hay momentos en la vida –pocos, muchos- cuando nos parece haber perdido la facultad de pensar o razonar.
Son “lagunas” que aparecen de improviso y que nos pueden hacer olvidar cosas a tal punto, que no podemos distinguir cuál es una o cuál es otra, es decir, no podemos definir con certeza qué es lo correcto o qué no lo es. Dudamos, todo nos parece igual, y lo que es peor, parece que las cosas hubieran perdido el valor que debieran tener.
Cuando eso se convierte en costumbre, corremos el riesgo que en nuestro futuro ya no quede ni la más remota esperanza de mejorar y nos parece que estamos cerca de abandonar todo, ganados por el cansancio, pensando en que ya nada vale.
Notamos que el tiempo va pasando y nuestra apatía ha ido creciendo, ya nos domina; ya ni nos sentimos capaces de saber valorizar lo bueno que todavía nos queda en la vida por vivir.
Por suerte, sentimos que aparece en el momento menos pensado, el remedio que necesitamos y que habíamos creído  ignorar durante tanto tiempo.
Notamos sin querer que alguien nos ha dirigido un tipo especial de mirada, que aparentemente nada dice, pero en su simpleza, y en completo silencio, expresa algo que no alcanzamos a entender, pero nos “toca” y sentimos que nos despierta y nos aparta de esa indiferencia que nos invadía.
Son momentos mágicos que pueden surgir en nuestras vidas y todo aquello que no sabíamos decir con las mejores palabras, puede transmitirse con esa mirada que lo dice todo.
Notamos que hablamos cuando miramos y mirando, decimos todo lo oculto que callamos.

Entonces nos sentimos vivos otra vez.

Autor: Eduardo


Más miradas, en lo de Matices

jueves, 5 de marzo de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: TEMA SORPRESA

Hoy nos conduce Dorotea


MI VIDA EN CINCUENTA PALABRAS

Recuerdo haber leído:
“Si hemos de pasar por este mundo una sola vez, conviene recordarlo, ya que no lo volveremos a hacer”
Entonces, ama, vive y aprende, AHORA
Trata de hacerlo en forma tal que aquellos que reían cuando al nacer tú llorabas, lloren cuando al morir tú sonrías.

Recuérdalo.

Autor: Eduardo

jueves, 26 de febrero de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO



Esta semana Juan Carlos nos propone inspirarnos en un tema musical para ambientar nuestro relato. Este es mi aporte:


Recuerdo que una vez, hace mucho, me pareció sentir a lo lejos que una orquesta ejecutaba un tango.

No sé cuántos tangos habré escuchado en la vida… fueron tantos, que, enumerarlos costaría mucho trabajo. Sólo sé que aprendí a tararearlos, a recordar sus letras, sus melodías, en fin, todo. La lista sería enorme, pero no sé por qué razón, sentí que aquel que estaba escuchando a lo lejos provocaba en mí una sensación extraña, como si retrocediera el tiempo.

Ese tango, el de la historia, se llama Caminito.

Al escucharlo me pareció sentir como si alguien regresara del ayer. Era yo mismo, pero no el actual, sino aquel lejano que fui alguna vez, reviviendo y retornando desde aquellos tiempos que se fueron.

Logré  sentir que misteriosamente todo lo pasado volvía a tener vigencia, detalle por detalle, sitio por sitio, y sin poder explicarlo, me pareció que todo lo lejano que había quedado atrás, volvía a tomar vida con aquella música y formaba nuevamente parte de mí, como antes.

Sentí que el “yo” que era, dejaba de serlo y volvía a ser aquel que antes había sido, reviviendo con nitidez todo lo que había quedado atrás, en una mágica sucesión de recuerdos que creía olvidados, pero volvían otra vez a ser.

Entre tantas vivencias, en ese mágico desfile, me sentí nuevamente en aquel primer baile, cuando con cierta timidez me acerqué para invitar a quien había elegido como mi compañera para bailarlo y recordé también la emoción que sentí al ver que mi invitación fue aceptada. La timidez se fue yendo de a poco, pero aún me acompañan toda la mezcla de sensaciones que sentí al compás de aquella melodía.


Caminito. Sólo me basta escucharlo para sentir que todo vuelve otra vez a ser como fue.


Autor del texto: Eduardo