Muchos de los que transitamos por
este mundo en que vivimos, en mayor o menor grado, podemos dar un detalle
favorable o no, de cómo nos fue con el paso de los años.
Si pudiéramos detallar tal cual
fue pasando nos parecería todo fácil, pero los años vividos fueron muchos, tal
vez, o puede que no hayan sido suficientes para ser resumidos, pero, así y
todo, ni de una forma ni de otra, el detalle .por minucioso que fuera- no
alcanzaría tal vez para expresar a fondo todo aquello que fue pasando.
Ese ayer, por haberlo vivido, nos
sirve para recordar lo que fue con todo lujo de detalle y de esa forma podemos
hacer un balance hasta llegar a un resultado final que puede ser bueno o no.
Pero ese ayer ya pasó; nada de lo
vivido puede cambiarse ni retocarse por mucho que quisiéramos y todo lo bueno
que desearíamos que volviera otra vez sería imposible.
Por suerte también lo malo que
puede haber pasado quedó atrás y revivirlo otra vez sería un lamentable error. Entonces
nos encontramos en medio del camino y nos parece ver delante nuestro un
panorama mucho mejor.
¿qué debemos hacer entonces? No lamentarnos
por todo lo que no pudo ser –si no fue bueno- ya que de nada sirven las quejas.
Ya es tarde para corregir posibles errores, y por mucho que deseáramos, cambiar
no se podría.
Nos encontramos entonces en un
determinado momento en nuestra vida en donde, con suerte, podríamos
desenvolvernos mejor para que cada instante pueda ser vivido con plenitud.
Lo que se fue, quedó atrás, ya no
sirve, si fue bueno, ya pasó, y si fue malo, lo mejor es el olvido.
Solo nos queda un nuevo mundo -el
de un mañana, dios mediante- si podemos disfrutarlo, debemos comenzar a planificarlo
con nuestros mejor atención.
Repetir viejos errores sería
contraproducente. La vida enseña.
Algo debemos haber aprendido.
Autor: Eduardo.
Más relatos de nuevos mundos, aquí.
Tu perspectiva del nuevo mundo me gusta. Es el único que nos queda: El mañana.
ResponderEliminarNo se puede cambiar el pasado, asique porque preocuparse por él. Solo queda futuro delante.
ResponderEliminarUn saludo.
Excelente reflexión. Un aprendizaje que a veces cuesta, pero que una vez aprendido hace que cada instante sea pleno.
ResponderEliminarUn beso.
El mundo futuro es lo único sobre lo que aun tenemos facultad de maniobra...muchas veces, nos anclamos idolatrando el pasado...y otras no vivimos el presente pensando en el futuro... es complicado...lo ideal seria centrarnos en el "aqui y ahora"..pero es demasiado complicado...
ResponderEliminarUn saludo y buena reflexión...
Me agrada el enfoque dado al relato...esperanzador de un mañana mejor-
ResponderEliminarMuy buena reflexión
Cordial saludo
Siempre nos haces reflexionar Eduardo... Y es que el tiempo que queda atrás ya no regresa... solo cuenta el presente, ni siquiera miro al futuro, cada día para mi es un comenzar de nuevo... cada día un nuevo mundo como acabo de decir en otro blog...
ResponderEliminarBesines...
Tiempo pasado no vuelve. Solo quedan las vivencias: Buenas o menos buenas. Aprender de las buenas y olvidar las otras que nos marcaron de forna negativa. Asimilar esas otras verdaderamente negativas para que nos dejen caminar con paso firme hacia adelante. El futuro... bueno, ya se verá... Lo importante es caminar día a día, pensando en mañana como mucho... Pasado mañana es muy lejos.
ResponderEliminarPero es una estupenda reflexión.
Besos enormes.
Magdalia.
Muy buena reflexión como siempre, Eduardo. Lo que pasó, allí quedó, tienes razón, ni bueno ni malo, pasó y hay que mirar hacia delante y si es posible aprender de los errores.
ResponderEliminarUn abrazo
Cierto, muy sensato tu escrito, como siempre. Nos queda un mundo nuevo, y hemos aprendido mucho, o sea que debemos intentar hacerlo lo más bonito posible :)
ResponderEliminarMuchos besos
Yo creo que lo importante realmente es vivir el presente, pero no a lo loco sino pensando en lo que podamos dejar a los que vivirán después de nosotros. Aprender del pasado siempre es bueno para no volver a repetir los errores pero que eso no pese tanto sobre nosotros como para no evolucionar.
ResponderEliminarComo siempre, tus palabras son muy sabias.
Un beso
Si te soy sincero, esta reflexión sobre lo que pasó (bueno o malo) y sobre lo venidero (intentando no repetir errores) me ha resultado un poco galimatías.
ResponderEliminarNo veo la idea que quieres expresar y, aunque lo he leído varias veces, me resulta contradictorio.
Lo siento, quizás hoy estoy un poco espeso.
Saludos.
Ciertamente, nos queda ese mañana que, cada amanecer, nos ofrece un nuevo mundo al que debemos entregar nuestros mayores esfuerzos, nuestra mejor versión.
ResponderEliminarUn abrazo.