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jueves, 16 de agosto de 2012

ESTE JUEVES, UN RELATO: El calor



Hay un ingrediente especial en nuestras vidas que nos habrá de acompañar por siempre en nuestro paso por este mundo.
Es el calor de los afectos que sentiremos a nuestro lado, según los méritos que hayamos logrado, es el calor que recibimos de los demás.
Es un tipo de calor especial, el que valoramos como más importante en nuestro trayecto y si los que están viviendo a nuestro lado nos consideraran inmerecedores de recibirlo, nos sentiríamos muy dolidos.
A veces, es tan intensa esta forma de sentir que nos quita tiempo –el necesario- para medir ese otro calor, el otro, el ausente, que es tan poco importante -según creemos- que pensamos equivocadamente que su valor es ínfimo y lo destinamos al olvido. Se trata del calor que poco damos, o aún más, el que no damos a nadie por egoísmo.
Nos encontramos entonces con dos tipos distintos de actitudes, que si las pudiéramos pesar en una balanza imaginaria, nos encontraríamos con que quizás uno de los dos platillos pesa mucho más que el otro, o de hecho… hay uno que pesa menos.
¿Cuál es uno y cuál es el otro?
Si tuviéramos que entregar al final de nuestras vidas esos dos platillos, notaríamos efectivamente  la diferencia de peso que hay entre ellos.
Puede que el  afecto hacia los demás sea muy pobre, que todo lo bueno que ofrecimos al otro tuvo poca consistencia, entonces nos daríamos cuenta de todo lo correcto que debimos hacer y no hicimos.
El calor de ese afecto que debió estar en nuestras manos, no existió. En lugar de una caricia, golpeamos, y la palabra que debió ser consuelo y ayuda, ofendió.
Por eso, cuando llegue el momento de aclarar qué tipo de calor predominó en nosotros, deberíamos dejar en lo posible que nuestro corazón nos diga su verdad.
El timón está en nuestras manos. Esas mismas manos que alguna vez golpearon cuando debieron acariciar, así como también estuvieron ausentes de amor las palabras que nunca dijimos.
Por eso, para vivir, necesitamos definir una ruta y nos corresponde a nosotros elegir el sentido…y a nadie más.
Empecemos ahora, mañana puede ser tarde.



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40 comentarios:

  1. Desde luego que sí, empecemos ya a decir te quiero, a sonreir, a compartir, que para luego es tarde porque la vida es tan corta...

    Buena reflexión sobre el calor afectivo que todos necesitamos.

    BESOS.

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    1. Muy de acuerdo. Empecemos cuanto antes.
      Saludos
      Eduardo, desde el perfil de mi hija

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  2. Cuando nos damos cuenta de que estábamos en la ruta equivocada quizá sea ya demasiado tarde...
    Hay que regalar abrazos, que reconfortan tanto, demostrar el cariño que sentimos y decirlo bien alto...
    Muy bonitas palabras, me ha encantado visitar este blog.
    Besos

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    1. Muy agradecido por tu viista y tus palabras.
      Saludos
      Eduardo, desde el perfil de mi hija

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  3. Que bueno encontrarte en esta reunión!
    Para recibir primero hay que dar, ese calor que recibimos es un reflejo del que irradiamos hacia los otros, demos un golpe de timón para ese lado del sendero.
    Buena reflexión para este jueves caluroso (lluvioso aqui), palabras dignas de ser leídas e internalizadas.
    un abrazo

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    1. Como siempre, gracias por tus palabras y tu compañía.
      Saludos
      Eduardo, desde el perfil de mi hija

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  4. Me gusta el símil con los platillos, me hace pensar en la balanza, pero entiendo que no es esa tu intención, no dar en función de lo recibido, sino sencillamente llenar el platillo del cariño que damos.
    Además, es mucho más bonito acariciar que golpear.
    Un abrazo, Eduardo, bienvenido a esta reunión semanal.

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    1. Muy agradecido por la bienvenida, les agradezco a todos por sus amables comentarios.
      Saludos
      Eduardo, desde el perfil de mi hija

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  5. Eduardo bienvenido a esta reunión de amigos,espero que te diviertas como nosotros lo hacemos. Tu texto muy reflexivo, lo comparto enteramente, ese calor es más que agradable sentirlo, pero para ello hay que entregar lo mejor de uno. Se recoge lo que se siembra, si es amor eso tendremos.
    Un abrazo.

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    1. Gracias por la bienvenida a esta reunión de amigos. Desde ya estoy gustoso de incluirme al grupo.
      Saludos.
      Eduardo, desde el perfil de mi hija

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  6. Te comprendo Eduardo, pero todo calor dado ha de quedar si es verdadero, el no dado, habrá que calentarlo a tiempo.
    Estoy segura de que no perece la llama que fue alumbrada con cariño verdadero, necesitamos creerlo.
    Bienvenido a los Jueves, compañero.
    Besito cariñoso.

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    1. Cuando nuestro calor se da, lleva lo mejor que tenemos. Al que recibimos, lo espera lo mejor de nuestra compañía.
      Saludos
      Eduardo, desde el perfil de mi hija

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  7. Una reflexión que me conmueve, que me sensibiliza lo suficiente para reiniciar hoy este día y dar ese calor afectivo que a todos nos hace falta.

    Te tiendo mi mano tibia y acaricio tus preciosas letras, que nacen de un corazón cálido, que ha sido capaz de un fruto tan valioso como lo es tu hija.

    Besos, Eduardo. Y a seguir remitiendonos tu correspondencia.

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    1. Desde ya recibo tu calor anunciado. Cuando nuestras manos se crucen, será el momento de agradecer el intercambio de conceptos que hoy comienza.
      Saludos.
      Eduardo, desde el perfil de mi hija

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  8. Bienvenido Eduardo. Me ha gustado tu reflexión, y tienes toda la razón del mundo. Por egoismo muchas veces no damos lo que tendriamos que dar. y recibimos demasiado para lo que dimos.
    Un abrazo

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    1. Por lo menos el egoísmo ha servido hoy para intercambiar estas opiniones.
      Un saludo
      Eduardo, desde el perfil de mi hija

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  9. Bienvenido a esta comunión juevera! Has hecho una entrada sumamente reflexiva, y es cierto, que podemos dar calor, recibirlo e incluso, dejarlo apagadito echando humo. Pero todo tiene un por qué, nadie puede ser tan frío o egoísta como para guardarse el calorcito para sí mismo. Hay que mirar, contemplar, y pesar en esa balanza que mencionas; seguro encontraremos el por qué, que define el peso de cada platillo. Si la explicación resulta convincente para nuestro corazón y entendimiento, entonces podremos descansar tranquilos. Por lo pronto, me considero una persona cálida, y si me enfrío es por causas tan reales como las que aquí cuentas. Un beso: Gaby*

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    1. Cuando nos damos cuenta que dimos poco y a cambio recibimos mucho y comprendemos nuestro error, por lo menos podremos descansar tranquilos.
      Un saludo.
      Eduardo, desde el perfil de mi hija

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  10. El calor de los sentimientos, hay que valorarlos y cuidarlos y no dejar que llegue mañana y arrepentirse por no haberlo dado.
    Me encanto la reflexión.

    Un abrazo.

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    1. El calor de los sentimientos que lamentablemente ayer no dimos muy a nuestro pesar, no lo podemos corregir, pero queda el de hoy y el de mañana...en esos sí podemos decidir.
      Saludos.
      Eduardo, desde el perfil de mi hija

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  11. Refrendando a la propuesta de nuestra anfitriona María José y como efectivamente hace mucho calor por estos parajes mediterraneos, yo ando de vacaciones jueveras, pero avisado de que un nuevo escritor ha aterrizado en este mundo fascinante de los jueves, paso a saludarte y a darte la bienvenida.

    Remitiéndome a tu texto, no puedo estar más de acuerdo con tu reflexión. Cuando damos nuestro propio calor envuelto en amabilidad y cariño, siempre, tarde o temprano, recogeremos sus frutos en el cariño de los demás. Es algo que nunca se lamenta.

    Un abrazo

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    1. Ese intercambio de calores nos lleva, afortunadamente, a recoger los frutos que sembramos. Si son buenos no lo lamentaremos.
      Saludos
      Eduardo, desde el perfil de mi hija

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  12. Dicen que se nos dará el ciento por uno o que se nos examinará en el amor. Y es cierto que no hay mejor recompensa que el repartir afecto, cariño, calidez humana. La íntima satisfacción que produce ese repartir caricias es recompensa más que suficiente para el que ama al que tiene enfrente, aunque no siempre es fácil. Hablando de caricias y afectos, espero que sientas el calor de este grupo de jueveros que practica el lema de puertas abiertas a todo el que a ellas se acerca.
    Bienvenido a los jueves.
    Un abrazo.

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    1. En un todo de acuerdo. Agradecido estoy por las puertas que se me abrieron. Como las mías ya están abiertas de par en par, desde hoy hay un nuevo camino que quisiera que transitemos todos.
      Saludos.
      Eduardo, desde el perfil de mi hija

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  13. que bello pero realmente cierto, el mayor y mejor calor del mundo es el de los afectos tanto del que nos dan y sentimos para poder dar, sin ese calor, sin esa acogida de amor simplemente no podríamos vivir ni ser felices... muy bellas y ciertas palabras que dejan mucho que pensar y para la reflexión de nuestra propia vida y lo que hemos hecho

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    1. muchas gracias por tu amable reflexión.
      Saludos.
      Eduardo, desde el perfil de mi hija

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  14. Intentaré aprender a "dejar en lo posible que nuestro corazón nos diga su verdad", una sabia recomendación y consejo.

    Un saludo

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    1. Te agradezco tu visita y amable comentario.
      Saludos
      Eduardo, desde el perfil de mi hija

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  15. Muchas gracias por la bienvenida. Ha sido un gusto participar.
    Saludos
    Eduardo, desde el perfil de mi hija

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  16. Esa balanza que al final de nuestros días nos marcará parte de nuestra vida vivenciada, esa balanza que debe estar dirigida a los afectos sentidos y dados, lo omitido ya no tiene arreglo mientras un hilo de vida quede en nosotros debemos de dar.
    Gracias Eduardo por unirte a este grupo de jueveros y nuestra mas sentida bienvenida.
    Un abrazo

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    1. Aunque hallamos cometido el error de haber negado nuestros afectos, lo importante es que en el futuro no nos falte la intención de darlos, que es lo que cuenta.
      Desde ya, agradecido por el recibimiento y la gentiliza de hacerme sentir uno más.
      Saludos, Eduardo (desde el perfil de mi hija)

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  17. Me ha llegado al alma cada una de tus palabras, estoy tratando de comprender que ese calor que me daban era tan solo un hielo enmascarado. Y estoy intentando reparar mi corazón con calores verdaderos de afectos sinceros.
    Me dejas pensando mucho. Un placer haberte leído.
    Un beso.

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    1. Esperemos que los que nazcan de mi, lleguen a atenuar el dolor que te han producido.

      Saludos, Eduardo (desde el perfil de mi hija)

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  18. Es conmovedora la reflexión Eduardo, aunque no siempre es fácil tener esa claridad tan meridiana sobre todo cuando se es joven, el calor que no se dá no siempre se recupera, pero es importante darse cuenta a tiempo para poder remediarlo

    te doy la bienvenida a los jueves, es un placer, yo tambien soy participante, de hecho este jueves participe pero fui enlazada a última hora, asi que no faltará oportunidad para que converjamos en este espacio

    Abrazo

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    1. Gracias por la bienvenida al grupo. Cuando de joven no se da cierto calor, no es un delito tan grande. El mal es cuando de viejo siguen estando. La vida es hoy, empecemos ya y no paremos.
      Saludos, Eduardo (desde el perfil de mi hija)

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  19. Palabras...que se amansan al leerlas, gracias.

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    1. Gracias a vos por leerlas.
      Saludos, Eduardo (desde el perfil de mi hija)

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  20. HAY veces que hay que empezar de nuevo todos los dias.
    Me gustó
    miblog es:
    elblogdemaku.blogspot.com
    si te gusta podemos hacernos seguidoras.
    Un saludo

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    1. Cada día nos deja una enseñanza nueva.
      Saludos, Eduardo (desde el perfil de mi hija)

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  21. EXCELENTE PLANTEAMIENTO. UN PLACER VISITAR SU ESPACIO.
    UN ABRAZO

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