Mi imagen inspiradora
En todos
los mares del mundo, hay amaneceres y hay
ocasos.
Si pudiéramos
dejar registrado el momento en que eso sucede -una fotografía, por ejemplo- no
podríamos saber si el sol está apareciendo o si por el contrario, está ocultándose
en el horizonte.
Son preguntas
inocentes que podríamos hacernos y lamentablemente no tendríamos la respuesta.
Son dos
cosas distintas y a pesar de ello, confunden hasta el punto de no saber cuál es
uno y cuál es otro.
Notamos que
en nuestra vida sucede algo mucho más definido.
Hay un
momento en que nos parece ver en esa foto que algo comienza, el principio de
todo aquello que vamos a vivir -aún desconocido- pero que irá desarrollándose
de a poco, minuto a minuto, sufriendo leves cambios.
Nadie sabe
cómo sera la transformación, lo iremos descubriendo de a poco, día a día,
momento a momento, hasta llegar a ese ocaso -también desconocido- en el que quedará registrado nuestra propia
evolución.
Puede ocurrir
que pensemos que si supiéramos a tiempo el resultado final, podríamos corregirlo para que nuestro paso por el mundo
resultara incuestionable.
Pero sucede
que Aquél que planificó nuestra vida, prefirió que todo fuera de otra manera, es
decir, que nuestro proceder fuese el resultado de haber sabido distinguir en su
momento una cosa de la otra, para llegar a ese final, el ocaso, habiendo aprendido
cómo debe ser nuestra conducta en nuestro diario vivir.
Nos queda
una última reflexión, hay un tramo a vivir desde nuestro amanecer hasta el
ocaso final y nos corresponde a nosotros -solamente a nosotros- definir su
desarrollo.
Sabemos que existe un principio y un final, lo
que suceda entre uno y otro es obra nuestra. Pedimos a Dios que no nos
equivoquemos cuando elijamos la ruta a seguir.
Más relatos en lo de Gaby
Muchas gracias Gaby por la original presentación, y gracias a Pepe por la imagen inspiradora!
Muchas gracias Gaby por la original presentación, y gracias a Pepe por la imagen inspiradora!
Que tus palabras se hagan realidad.
ResponderEliminarQue así sea.
EliminarSaludos, Eduardo.
Entre el amanecer y el ocaso vivimos lo cual implica un continuo tomar decisiones, elegir y, como tú bien dices, no sabemos el resultado final hasta que este no ocurre.
ResponderEliminarMe gusta el pensamiento que te ha inspirado la foto. Para tu conocimiento y a título exclusivamente informativo, se trata de una puesta de sol en la playa de Torrox-Costa (Málaga), lugar donde a veces busco un poco de tranquilidad.
Un abrazo.
Trataremos de elegir siempre lo mejor. Hermosa vista!
EliminarSaludos, Eduardo.
Muy interesante tu reflexión, y cómo ante la dificultad de percibir si realmente es amanecer o atardecer el que enseña la imagen, vas haciéndonos sentir el trayecto de la vida.
ResponderEliminarAmanecemos y en el transcurrir, la vida se nos va atardeciendo en un sinfín de sucesos -algunos designados por el destino y otros, indudablemente decididos y encaminados por nuestras propias decisiones.
Agradezco enormemente tu participación en este jueves, ha sido un gusto contar con tu compañía.
Besos:
Gaby*
Gracias por tu excelente conducción.
EliminarSaludos, Eduardo.
Qué buenas palabras, para reflexionar como todo lo que nos dejas.
ResponderEliminarUn abrazo!!!
Gracias por las tuyas!
EliminarSaludos, Eduardo.
Un amanecer, un nuevo día pleno de posibilidades hasta el ocaso, entonces volvemos a empezar de nuevo. Un abrazo
ResponderEliminarQue siempre se repitan!
EliminarSaludos, Eduardo.
Tienes razón, es difícil escoger el camino correcto, porque equivocarse es de humanos.
ResponderEliminarBuena reflexión
Un abrazo
Trataremos de no errar.
EliminarSaludos, Eduardo.
Me gusta la idea que planteas, es cierta esa semejanza entre el amanecer y el poniente y muy buena su conexión con momentos de la vida.
ResponderEliminarEl que no sepamos lo que nos va a ocurrir tal vez sea mejor, los errores se cometen y ¿qué le vamos a hacer? Asumirlos y tratar de acertar en la siguiente.
Un abrazo Eduardo.
En eso estamos.
EliminarSiempre hay algo que aprender.
Saludos, Eduardo.
Una imagen preciosa la que te toco en suerte Eduardo, da para reflexionar y bien que lo has hecho, siempre nos dejas una pregunta a la cual contestar, espero que ese camino elegido sea el acertado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todos lo esperamos.
EliminarSaludos, Eduardo.
Cada amanecer es en si una promesa de futuro, cada día amanece y nosotros vamos viviendo nuevas experiencias. Al terminar cada día vemos si lo acontecido fue bueno o no tanto, así aprendemos y proyectamos nuevos días.
ResponderEliminarUn beso!
Trataremos de aprender lago cada día.
EliminarSaludos, Eduardo.
Tus palabras siempre nos sugieren un camino, que seguramente sería bueno seguir...
ResponderEliminarun fuerte abrazo
Al menos hay que intentarlo...
EliminarSaludos, Eduardo.
Muy bonito tu escrito. Un nuevo amanecer, una nueva oportunidad de vivir siendo felices. Un ocaso, la tranquilidad de la tarde. Renovación de la noche para volver a cargar de energía positiva y volver a comenzar al día siguiente un nuevo día. Lo importante es ir, hacia donde, hacia donde nos lleven los vientos...
ResponderEliminarMuy buena tu reflexión.
Saludos y un abrazo
Agradezco tus palabras.
EliminarSaludos, Eduardo.