Me preguntaron
una vez:
-¿Cuándo es
más intenso el amor que sentimos? ¿Cuando lo damos sin que sea pedido o el
otro, el que llevamos escondido debajo de la piel, porque nadie lo vino a
buscar y está sano y puro aún?-
Terrible dilema,
amigo…
Empecemos por
el primer caso. Nació, ¿cuándo? No importa. Nació, está; lo sentimos en cada
latido de nuestro corazón, sin saber la razón por la que existe.
Vivimos quizás
preguntándonos el por qué y las respuestas no aparecen. Conocemos sí, su
intensidad, está junto a nosotros como una sombra misteriosa que nos acompaña y
muchas veces en lugar de sentir la enorme alegría que eso significa, sentimos
algo así como una especie de dolor, cuando no es correspondido.
Y está el
otro sentimento. Lo llevamos guardado en nuestro corazón en secreto y en
silencio. Enfermo de pena y de tristeza porque se siente solo, esperando ese
otro imposible que debiera estar pero que lamentablemente no está.
Tal vez sea
el que más duela. Su soledad lastima. Su esperanza y deseo nunca se hacen
realidad y se vive entonces con la inútil espera por sentirlos aparecer pero
todo termina en una queja silenciosa que tiene apenas la consistencia de un
suspiro, breve, pero lastima.
Llega entonces
el momento de la pregunta, el momento del balance final y la respuesta que
tiene que llegar no llega y otra vez dudamos.
¿Cuál es el
verdadero amor? Y seguimos esperando poder responder, mientras deseamos
vivamente que ese sentimiento nunca se aleje de nosotros y que aunque lo extrañemos siempre su recuerdo
nos acompañe y nunca nos falte esa luz de esperanza tan necesaria.
Más relatos en el Balcón de Cass
Es una pregunta que no se hace cuando está.
ResponderEliminarMuy cierto. Saludos.
EliminarEduardo.
Has echado a volar una serie de preguntas, de difícil respuesta, ya tengo en qué entretenerme el día de hoy.
ResponderEliminarEsperemos que encuentres las respuestas.
Eliminarsaludos.
Eduardo-
Somos tan particulares... seguramente cuanto más se nos niega, más no empeñamos, pero eso no alcanza a responder la pregunta.
ResponderEliminarPlanteos interesantes y respuestas inconclusas: la vida misma Eduardo, siempre al alcance de tus letras.
besos y gracias por acompañar la propuesta
Ha sido un gusto, como siempre, poder participar.
EliminarUn abrazo.
Eduardo.
Muchas preguntas para el que ha tenido la suerte de conocer un solo y definitivo amor, que viene durando más de 60 años.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sobran las palabras entonces.
EliminarSaludos.
Eduardo.
Yo no se que respuesta será la acertada, pero desde luego si que se, lo que es sentirlo y eso ya es mucho.
ResponderEliminarBesos Eduardo.
Que todo sea para bien.
EliminarSaludos.
Eduardo.
Hermosas palabras, y esa pregunta que es difícil de responder. Por suerte he amado con toda mi alma, sé lo que es el amor, y puedo decirte que no sé como comienza, pero sí puedo decirte que es imposible lograr que se vaya.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay que agradecer haber conocido ese "premio"
EliminarSaludos, Eduardo.
En cuestiones de amor, las respuestas -en mi caso- son difíciles de hallar.
ResponderEliminarHe amado con intensidad... y también me ha quedado el recuerdo de ese amor como un tatuaje vívido y bello. Solo que ya pasado, no he podido reavivar esa llama, y digamos, que es un sentimiento que tengo en estado latente en mi corazón. Claro, que haberlo vivido, ya compensa.
Besos!
Gaby*
Eliminarque esa llama no se apague nunca.
Saludos.
Eduardo.
Tienes razón en establecer esa distinción. Supongo que el ideal es que ambos amores coincidan y supongo que eso, al 100 %, es una quimera. Un abrazo.
ResponderEliminarNo hay que perder la esperanza.
EliminarSaludos.
Eduardo.
Pienso Eduardo que lo verdaderamente valioso no es si repartimos o amor o si estamos dispuestos aunque nadie venga a recibirlo ni demandarlo. Lo valioso para mí es la capacidad de amar, esa que nos hace mirar a los demás con una actitud de desprendimiento, de generosidad, de dar aunque no constituya un intercambio, aunque dando, no recibamos. Esa capacidad de amar es la que tiene algo de valor.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Y por esa capacidad luchar y vivir...
EliminarUn abrazo.
Eduardo.