Hay amores que nunca mueren…
Muchos de ellos, solo nacieron y su duración fue tan breve…y
con tan poca consistencia, que se perdieron con el paso del tiempo, y
terminaron en el olvido.
No debemos llamarlos “amores”…no lo merecieron, y si alguna
vez nos pareció que lo eran, apenas fue una ilusión, apenas un destello de lo que
creímos que podían ser y no fueron.
Hubo otros que creímos que los habíamos descubierto, creyendo
que eran de verdad, pero su vida duró también tan poco, que comprendimos que
una vez más nos habíamos equivocado y notamos que se fueron con la misma
rapidez con que vinieron.
Puede que haya habido muchos o pocos, pero hubo uno ¡¡ese!! que
nunca se fue pero tiene aún la fuerza de aquella primera vez, hace tiempo, pero
que todavía está intacto, completo, que aparece de golpe otra vez, cuando menos
lo esperamos, ese que creímos muerto, pero que todavía está tan latente que
lastima.
Y comienzan las preguntas ¿por qué sigue estando? ¿por qué no
se fue? Y comprendemos en medio de la pena que si el olvido lo hubiese alejado
de nuestro pensamiento, nuestra vida hubiera sido tan vacía que no merecía
haber sido vivida.
Nos preguntamos, ahora ¿qué sería vivir sin esos
recuerdos?¿se irían los viejos dolores? ¿brotarían otros? ¿o seguiríamos
notando la falta de ese amor que ya no está pero que sigue estando tan vivo
como estuvo? ¿qué preferimos?
La música que se escucha es la Sinfonía Patética de Tchaikovsky, adaggio lamentoso
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Tal vez sea mejor que el vacío, que no haya pasado.
ResponderEliminarY esos dolores recuerden que hubo algo que evitó ese vacío.
Tal vez sea mejor, cierto.
EliminarSaludos, Eduardo.
Esos amores que nunca mueren te recuerdan que el Amor lo conjugamos, querramos o no, con la memoria del corazón.
ResponderEliminarEn ese corazón es el lugar en que mejor están.
EliminarSaludos, Edurado.
Un cuerpo vacío de amor, es el que en verdad está hecho de barro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aunque esté hecho de barro, hay que llenarlo de amor.
EliminarSaludos, Edurado.
Pienso que hay amores o ilusiones, como los quieras llamar, que sólo sirvieron para ser recordados en un futuro y ahí siguen, cumpliendo su cometido.
ResponderEliminarQue nunca desaparezcan entonces.
EliminarSaludos, Eduardo.
Amar o haber amado, justifica en gran parte el paso por esta vida, sin el, el amor, sería muy triste, pese que con el a veces se nos llene de nostalgias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si en la vida falta eso, no es vida.
EliminarSaludos, Edurado.
Es tan lindo amar, es tan doloroso amar. Siempre es preferible el sufrimiento por haberlo vivido que el dolor pasivo de lo que no fue.
ResponderEliminarLo peor que puede pasar, es no haberlo vivido.
EliminarSaludos. Eduardo.
Hay algunos amores que duran para siempre, porque tienen unas fuertes raíces, que nunca se arrancarán. Pasarán malos momentos; pero aguantarán porqué son fuertes.
ResponderEliminarEl amor nunca muere.
EliminarSaludos, Edurado.
Cuando aparece el amor, todos los demás "amores" pasan a ser simples recuerdos. Con tanta fuerza irrumpe en nuestras vidas que su presencia está siempre con nosotros, aunque físicamente nos sea arrebatado. Los recuerdos hacen que nunca sintamos su ausencia como un vacío.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuando aparece el amor, no hace falta nada más.
EliminarSaludos. Eduardo.
el amor nace para que apuntemos hacia ese norte...el cómo lo hacemos está teñido de todos los colores.
ResponderEliminarun abrazo
Hay que tenerlo presente siempre.
EliminarSaludos. Eduardo.
Siempre tiernos tus relatos, Eduardo.
ResponderEliminarCreo que acompañan nuestras soledades más íntimas, y nos recuerdan que un día fuimos especiales.
Me ha encantado leerte
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarTodos aún seguimos siendo especiales.
ResponderEliminarSaludos. Eduardo.