Este jueves conduce Cecy y aporta la imagen Gaby. Gracias a ambas.
PERDIDOS EN LA NOCHE
Sin darnos cuenta, a veces aparecen en nuestras vidas, de
golpe, momentos en los cuales creemos que no nos llega esa lucidez que siempre
nos acompañó; son momentos desagradables; donde creemos ver que todo es oscuro,
impreciso y hasta desconocido.
Creemos que deambulamos en nuestro diario andar: todo se va
borrando: no sentimos nada, nos acompaña un silencio desconocido, que nada
dice, pero que tanto daño hace. Estamos en medio de la noche, perdidos, solos,
a oscuras e indefensos. Nos preguntamos ¿cómo nace en nosotros esa rara
sensación que no nos permite pensar ni razonar, pero que tanto duele?
Sólo sabemos que nada sabemos, nos sentimos abandonados en
medio de una duda que suponemos nunca se irá. Y así van pasando los minutos,
lentos, eternos, vacíos.
Pero otra vez sin saber cómo, creemos ver a lo lejos algo así
como una pequeña luz, muy tenue, que trae consigo una esperanza de que volverá
aquella claridad que creíamos olvidada. Pudimos comprobar que aquellos momentos
en que nos sentimos “perdidos en la noche” ya no nos impresionan, se van yendo.
La claridad vuelve, la razón vuelve a estar presente: sólo queda el recuerdo de
esa mala experiencia que pasó.
¿Quién no sintió eso alguna vez? ¿Quién no lo vivió?
Pero afortunadamente todo pasó y se fue, y cuando nos
preguntamos extrañados el por qué notamos que el remedio fue muy simple, el
olvido, que borra todo lo malo, y la sonrisa, que anula y destierra la pena,
sea la que sea.
¿Para qué más?
En el momento que creemos que estar perdido en esa oscuridad, donde no se ve salida, una sonrisa, una palabra o simplemente un silencio oportuno, puede ser un principio de brillo para iluminar el camino.
ResponderEliminarGracias Eduardo por acompañarme este jueves:)
Un abrazo.
Un gusto haberte acompañado, gracias por tus palabras.
EliminarUn abrazo.
Eduardo
No debemos permitir que el recuerdo de infortunios, errores, y desgracias de un pasado infeliz nos robe la alegría de vivir y de disfrutar la poco o mucha felicidad que nos depara el presente.
ResponderEliminarUn relato muy reflexivo.
Saludos
Comparto plenamente.
EliminarUn abrazo.
Eduardo
Olvidar y sonreír: no es mala pócima par los infortunios.
ResponderEliminarUn abrazo.
Seguiremos aplicándolo.
EliminarUn abrazo.
Eduardo
Tienes razón, yo lo he vivido,hay momentos que te sientes perdida, menos mal que como tú dices la luz regresa.
ResponderEliminarUn abrazo
Que nunca nos falte esa luz.
EliminarUn abrazo.
Eduardo
Me pasa cada tanto... por eso Eduardo, me identifico con lo que tan bien expresas. Por suerte, esa lucecita lejana, tiene el bien de aparecer para disipar la oscuridad que toma mi ánimo.
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Que nunca se apague esa lucecita.
EliminarUn abrazo.
Eduardo
A veces perderse en la oscuridad nos muestra que lo único que nos queda es hacer lo posible para salir de ella.
ResponderEliminarHermosa y excelente reflexión como siempre Eduardo.
Un beso.
Muchas gracias por tus palabras.
EliminarUn abrazo.
Eduardo
En la noche todo se magnifica, los problemas nos parecen montañas, los proyectos inalcanzables, los miedos invalidantes ¿qué tiene la noche?
ResponderEliminarBonitas reflexiones. Un beso
Gracias por tus palabras.
EliminarUn abrazo.
Eduardo
Esa noche del alma a la que tu refieres, esa sensación de desamparo, nos sacude más de una vez en nuestra vida pero siempre surge la luz, más tarde o más temprano, la claridad necesaria para continuar más fuertes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que nunca deje de brillar.
EliminarUn abrazo.
Eduardo
Esa sensación que nos trae la noche, ni la quiero pensar, porque me voy ala cama ya y es mejor no pensar.
ResponderEliminarQue nunca te falte el sol.
EliminarUn abrazo.
Eduardo
Estado de ánimo que en determinadas etapas de la vida parece que nunca se va a retirar, hasta que finalmente y en un momento algo se nos cruza en el camino o nos sucede que nos ilumina esa mala noche. Buena descripción amiga Neo....
ResponderEliminarGracias por tus palabras. Que todo sea para bien.
EliminarUn abrazo.
Eduardo
Muy buena tu reflexión, suponemos que siempre llega la luz y por eso mantenemos la esperanza.
ResponderEliminarQue nunca nos deje la esperanza.
EliminarUn abrazo.
Eduardo
Sí Eduardo, así tal cual, ha sucedido. Luego amanece... y todo se ve mejor.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
Por suerte amanece...
EliminarUn abrazo.
Eduardo
Lo se Eduardo. Conozco también estos tránsitos del alma, estos aparentes vacíos donde nada se razona ni entiende, donde el caos y la confusión se adueñan de la mente y la llama del corazón parece extinguirse en el recuerdo.
ResponderEliminarBuena reflexión.
Esperemos que la confusión no triunfe.
EliminarUn abrazo.
Eduardo
La noche es dura en muchos sentidos. Cuando los problemas rondan nuestra mente se hacen mucho más grandes.
ResponderEliminarMe ha gustado la manera en la que has encauzado tus palabras para conseguir un texto hermoso
Saludos
Gracias por tus palabras.
EliminarUn abrazo.
Eduardo
Que la esperanza nunca nos deje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eduardo