Aunque mucho nos duela, hemos podido comprobar -muy a
nuestro pesar- que se cometen entre tantos delitos, uno, especialmente, que se
ha puesto de moda. Su uso es corriente.
Se lo conoce como el robo de la verdad; y es un
sistema que permite solapadamente, que reine la mentira, el engaño y la estafa.
Es tan común el uso que le dan ciertas personas, que
se lo considera como cosa normal, y para conseguir cierto tipo de éxito o
bienestar. Se lo usa según convenga.
Es decir, el uso correcto que se le daba a la palabra “verdad”
era tan necesaria y conocida, que en otros tiempos tenía un valor tan
importante que su uso correcto era imprescindible para el buen cumplimiento de
todos los actos en que las personas debían actuar.
Esa palabra “verdad” tenía tanto valor e importancia,
que quien la usaba al pie de la letra era considerado como el prototipo ideal
que definía a quien sabía darle la importancia que merece.
Con el tiempo -lamentablemente- fue tan común el robo
de todo aquello que le sirviera al “ladrón” que el buen empleo del concepto había
perdido todo su valor.
Mucha gente empezó a acostumbrarse a conjugar el verbo
“robar” -yo robo, tú robas, él roba, etc-
Su aprendizaje fue rápido y no dio ningún trabajo
cumplirlo al pie de la letra.
Hoy la palabra “robo” es tan común que podemos ver
cómo se la emplea a diario y en todos los terrenos. Ya no asombra, como en
otros tiempos. Hay quienes hacen hoy un culto de ello.
Son muchos los que eligieron ese camino, lo vemos a
diario.
¡Qué diferente sería escuchar a alguien que con naturalidad fuera conjugando:
yo no debo robar, tú no debes robar, él no debe robar…”
También el remedio sería suprimir la palabra “robo” o
mejor dicho “que nadie robe”…es muy difícil pero sería más rápido. Es una
sugerencia, apenas, pero puede servir…
Más relatos, en lo de Encarni
El detalle es que suprimir la palabra no significaría suprimir el hecho.
ResponderEliminarIncluso no habrá forma de denunciarlo.
Un planteo muy reflexivo. Es una palabra muy fundamental en nuestras vidas. Y la verdad ya casi nadie le guarda su debido respeto.
ResponderEliminarSaludos
Lo peor es que los que ahora roban a gran escala juegan de tal forma con la justicia que se ríen de ella y de todos nosotros.
ResponderEliminarBesos
Llevas muchísima razón.
ResponderEliminarLos robos y cuanto de más cuantía, mejor. están a la orden del día de plena actualidad y ni si quiera se sonrojan, es de vergüenza.
Un abrazo.
Detrás de la demagogia politica, está ese robo de la verdad que lleva añadidos otros robos que salen en las noticias. Tienes mucha razón, y me ha gustado mucho esta reflexión que haces al respecto.
ResponderEliminarUn beso
Tienes razón. Hace unos años me impresionó una frase: si niegas la verdad con vehemencia, terminas por sembrar la duda. Eso ocurre tanto en estos tiempos en que no se responde con un rotundo sí o no, sino con complicados circunloquios que esconden la verdad como lo haría un trilero de feria.
ResponderEliminarEsperemos que la verdad vuelva a resplandecer y que quien roba sea castigado por ladrón.
Un abrazo.
Está tan a la orden del día, que parece como algo natural, robo y sigo aquí, sin que el peso de la ley me roce, es una verguenza, pero termina normalizandose, ojala veamos un cambio y lo que no es, no sea.
ResponderEliminarBesos.
Nos bañamos a diario entre mentiras y robos de la verdad. Para muchos es rentable y, al final, de tanto enjuagarse la cara cada día, llega a formar parte del (des)aseo diario.
ResponderEliminarCon lo buena que está el agua limpia y cristalina.
Abrazos
Buena reflexión, por desgracia en este mundo cada vez se roba más, y no sólo a gran escala, sino también a pequeña. Todo robo, por grande o pequeño que sea, tiene su repercusión. Un beso.
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