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jueves, 30 de abril de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: Tomando el pulso a los jueveros



Entre las cosas agradables que puedo disfrutar, está el hecho – aunque parezca simple – de integrar un grupo de gente con la que estoy en contacto semanalmente, pero además de lo que eso representa, me permite intercambiar ideas, pensamientos, etc, que me dan oportunidad de hacer mucho más grato el vivir.

He tenido el gusto de conocer de esa forma distintas opiniones de gente que no he tenido el placer de conocer personalmente, pero el solo contacto semanal – cada jueves- me ha proporcionado una enorme satisfacción, a tal punto que me parece verme rodeado efectivamente de ese puñado de amigos jueveros, y comprobar el valor que tiene el sentirme verdaderamente acompañado. 

Y es cosa curiosa, no los conozco personalmente y sin embargo, he llegado a la conclusión de que no estoy solo. Somos muchos.

He descubierto lo que es tener la satisfacción de sentir junto a mi cada semana compartiendo un mismo tema.

Es mi mayor deseo que esos amigos puedan sentir lo mismo que siento yo. Simplemente quiero decir que el contacto que tengo con ellos para mí es un lujo.


Junto con mi agradecimiento, mi mayor deseo es que esa amistad perdure. Me siento muy honrado de que eso pueda seguir sucediendo con igual entusiasmo.


Autor: Eduardo

Más relatos en el Daily

jueves, 23 de abril de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: LA DESPEDIDA


Ya no queda tiempo para lamentarse por todo lo bueno que no pudimos hacer; de nada sirve; pero sí queda para ocuparnos de todo lo correcto que todavía queda pendiente.

Lo primero que tendríamos que hacer es pedir perdón por todos los errores cometidos, a sabiendas o no.
Creo que haría falta llevar un diario en donde quedaran registrados todos nuestros actos; los buenos y los otros y consultaríamos, si fuera necesario, a cada momento parea evitar el volver a cometerlos.

Pero lamentablemente, muchas veces -o siempre- dejamos esa “escritura” de lado y un buen día, tal vez, nos decidamos a poner en práctica esa idea, pero el tiempo pasa y no lo hacemos.

El momento ya pasó.

Nos queda ese mañana que habrá de llegar -Dios mediante- y ese ahora que tanto esperamos pueda ser vivido sin ninguna mancha que lo desmerezca.

Es el momento de dejar de lado todo eso que no servía ni sirve para nada, eso que cada uno sabe que no tiene ningún valor.

Se me ocurre que es una forma de llegar a la decisión final de esa “despedida” de todo lo que tanto mal nos causa para poder así disfrutar de la satisfacción que habremos de sentir cuando estemos ya seguros de conocer el camino correcto.


Sería un adiós que daríamos a todo lo que equivocadamente tuvimos a nuestro lado.

Autor: Eduardo



Más relatos y despedidas en lo de Pepe

jueves, 16 de abril de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO Dueto de inspiración

OLVIDO Y/O MEMORIA

 

y el destino quiso que aquello que hubo entre nosotros no cayera en el olvido” creímos que ese ayer retornaría y aquella verdad quedó otra vez oculta”

Hubo una vez, hace mucho…
Así sin querer, de a poco, comienzan a recordarse viejas historias que creíamos desaparecidas, fuera de nuestra memoria. Creímos que ya no estaban, pero siguen estando un poco borrosas, pero están. Todavía viven, aunque escondidas, no se olvidaron.

Supusimos equivocadamente que el olvido, que todo lo borra, habría desterrado aquello que hoy otra vez, volvía a repetirse.

¿De quién fue la culpa?

¿La hubo?

La pregunta sigue todavía en pie, pero la respuesta continúa ausente.

¡Si se pudiera volver a aquel lejano ayer y si se pudiera comenzar otra vez todo!

Pero ese ayer no volverá. Sólo queda ese recuerdo que nos hace suponer, por momentos, que todo está como estaba.
Lo que fue, fue; pasó, ya no está. Aquello que fue tan fuerte hoy apenas es ceniza, pero aún así siento que vuelve a estar presente, aún en su ausencia.
Hay cosas que nunca mueren, no merecen morir, siguen estando vivas en completo silencio, pero todavía siguen estando.

Ha pasado mucho tiempo pero aún así, cuando ciertas cosas vuelven a aparecer como si otra vez tuvieran vida, sentimos de golpe que todo vuelve, pero comprendemos que ya es muy tarde y de nada sirve recordar. El tiempo seguirá transcurriendo y tal vez de a poco se irán yendo las cosas de nuestra memoria.

Quisiéramos a veces que no existiera ese pasado que preferiríamos olvidar. Pero en un rincón de nuestro corazón permanecen junto a nosotros y aunque duelan nos acompañarán.


Peor sería tener un corazón vacío.

Autor: Eduardo
Más relatos jueveros, aquí

viernes, 10 de abril de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: EL JARDÍN



Hay momentos en nuestras vidas que acuden a nuestra memoria recuerdos de lo que fue nuestro ayer, registros pasados que nunca se han borrado y que siguen estando vivos a pesar del paso de los años.

Esos registros, buenos o ingratos, tienen el poder de hacernos retroceder en el tiempo y según sea la oportunidad, solemos buscar que sean los buenos los que nos conduzcan en ese viaje. 

Con los otros, intentamos que el olvido los lleve muy lejos, con el deseo de que nunca más consigan retornar a nuestra memoria.

Cuando es así y conseguimos que sean los gratos recuerdos los que nos guíen, tenemos la impresión de arribar a un “jardín imaginario”.

Ese jardín, en el que en muchas ocasiones nos sentimos bien acompañados, está tan bien cuidado en nuestro pensamiento, que no hay flor que no esté en él.

Nos hemos acostumbrado tanto a disfrutarlo y mantenerlo limpio y cuidado que dudamos que pueda existir otro que se le parezca en belleza o lo supere.

Podríamos hacer una lista perfectamente detalle enumerando todas sus virtudes, pero comprendemos de antemano que la lista sería tan larga que dejaría de tener sentido. Nos preguntamos si sería útil tener inventariados las fechas y los detalles de cada una de los recuerdos allí sembrados y llegamos a la conclusión que el hecho de mantenerlos vivos junto a nosotros es lo que verdaderamente importa.

Como en todo jardín, para mantenerlo a salvo, hay que regarlo, limpiarlo. Buscando que no nos invadan ciertas “malezas”, esas que tanto abundan y que, tal como sabemos de sobra, son capaces de arruinar aún el mejor jardín si el descuido o el abandono nos supera.

Si tenemos la suerte de tener en la memoria un jardín como ese, está en nosotros la responsabilidad de preservarlo para poder seguir disfrutándolo. Debemos cuidarlo, desmalezarlo, atenderlo, y mantenerlo bajo riego constante. Eso hace maravillas.

Autor: Eduardo

(Dedicado a todos los jueveros, principalmente a los que en estos días tendrán la fortuna de reunirse en Aranjuez)


Más jardines, en lo Alfredo

jueves, 2 de abril de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: MUNDO DE SENSACIONES

Este jueves la temática propuesta por Cass es bastante amplia, por lo que cada quien podrá interpretarla según su propio criterio.



Los que transitamos por este mundo y en esa marcha estamos desde hace muchos inviernos, nos parece estar sumergidos en un permanente limbo de transformaciones; al ver los distintos cambios de costumbres, modas y avances tecnológicos, sentimos como si cada vez estuviéramos en un nuevo mundo, lleno de situaciones cambiantes que modifican sustancialmente nuestra vida.

Es decir, los cambios constantes de situaciones, pensamientos y costumbres, nos han llevado a veces, sin querer, a un cambio de mentalidad tan profundo que nos sentimos obligados a seguir con la corriente aún a riesgo de cambiar nuestras creencias.

A diferencia de otros tiempos, ahora los cambios son permanentes y profundos. Nos parece que a cada instante, estamos modificando la forma de pensar, a tal punto que sentimos que corren riesgo de alterarse los valores con los que generamos nuestros pensamientos y nuestros actos.

Seguimos sintiendo que lo correcto y honesto sigue siendo nuestro ideal, pero nos sentimos rodeados de formas, pensamientos y costumbres que nos pueden hacer dudar de nuestro proceder. Pero aun cuando nuestra forma de ser y analizar la vida que vivimos se sigue manejando con aquellos puros ideales con que fuimos educados, sentimos como que estuviésemos ubicados en un lugar equivocado.

Pero afortunadamente la estabilidad de nuestra base es sólida, los fundamentos de lo que nos enseñaron sigue invariable, sin cambios; nos deja la sensación de que estamos viviendo en la forma correcta como corresponde, a pesar de tantos cambios que notamos en los demás, como si la vida fuese es para vivirla sin trascendencia, tal como les convenga o venga en ganas en el momento.

Nos toca a nosotros elegir la forma en que tomamos los cambios propios del mundo sin que eso destruya muestras profundas convicciones.


Autor del texto: Eduardo