Si nos pidieran que detalláramos un momento especial que
sucedió en nuestra vida, necesitaríamos tal vez, mucho tiempo para encontrarlo
y definirlo.
En algunos casos, si fueron pocos, quedaron en el olvido;
otros tendrían tan ínfimo valor, que de no haber existido, todo hubiera sido
igual, no tendrían matices, serían esos que no dejan huella, ni buena ni mala.
Pero también en nuestras vidas hay otros que quedaron atrás, breves,
lejanos, pero que se recuerdan con nostalgia; son esos que tienen un
determinado valor, que por momentos recordamos con cierta indiferencia pero que
otras aparecen en forma repentina y dan lugar a tristezas o de pequeñas
alegrías.
Llegamos entonces a localizar cuáles fueron los momentos que
merecen ser recordados aunque algunas veces los hayamos creído sin valor.
Pero no todo está dicho, todavía queda camino por recorrer y
deseamos que en el futuro que nos toque –si llega- estén ausentes las penas y
los dolores-
Tenemos por delante dos “envoltorios”, uno el que contiene
todo lo malo que podría sucedernos, rotulado con una etiqueta que dice con
letras grandes ¡para olvidar!, el otro para poner en su interior todo lo grato
que merezca disfrutarse en nuestro futuro –si lo hay-
Deseamos vivamente que ese segundo “envoltorio” sea enorme y
que tenga un detalle importante: que no tenga tapa y que siempre haya lugar
para contener más cosas.
Se nos ocurre que el mejor momento especial que podríamos
tener está por venir.
Más relatos especiales, en lo de Pepe
Ojalá está por venir, por lo que me toca, te agradezco tus buenos deseos.
ResponderEliminarUn beso.
Tal vez es bueno atesorar buenos momentos y valorarlos.... ¡pero que nunca perdamos la actitud positiva de encontrar nuevas sorpresas! Me gustaron tus palabras Neo!
ResponderEliminarLao, entiendo tu confusión, pero vuelvo a aclararte que este no es mi blog, sino el de mi papá, yo sólo le transcribo sus textos desde mi perfil. Gracias igualmente por tu entusiasmo.
EliminarMe gusta la idea de los envoltorios. También se puede contribuir con los segundos envoltorios de los demás.
ResponderEliminarojalá que en ese saco de los buenos momentos quepan muchos más en tu futura existencia, Eduardo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Que verdades dices Eduardo, se nota tu experiencia, y me gusta mucho como te expresas. Como tú dices el mejor momento está por venir.
ResponderEliminarUn abrazo
La vida nos deja marcados por algunos momentos especiales, sean malos o buenos. Pero no terminan ahí como tú dices, seguimos colectando más como parte de enseñanzas en nuestras vidas. Muy reflexivo tu relato.
ResponderEliminarSaludos
Seguro que sí. La vida da y golpea, pero siempre queda la esperanza de que vuelva a darnos algo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y como PD, Genial Chaikovski
Precioso relato sobre ésa caja de Pandora que todos llevamos en nuestro haber. La otra, la de los buenos momentos, sin tapa... y sin fondo ;-)
ResponderEliminarUn abrazo
Me gusta ese momento por llegar, de nota esperanza, y me gusta tanto la esperanza.
ResponderEliminarUn abrazo Eduardo