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jueves, 6 de junio de 2013

ESTE JUEVES UN RELATO: LEYENDAS URBANAS (o casi!)

(no será una leyenda urbana...pero se parece!)


En uno de los tantos momentos en que volvemos a encontrarnos en lugares conocidos, sentimos que sin quererlo, comienzan a revivir en nosotros, recuerdos que suponíamos olvidados, pero aunque estuvieron adormecidos en nuestra mente por mucho tiempo, nunca fueron olvidados.
Hay cosas que nunca mueren, están intactas, y notamos que de pronto, surgen con total nitidez en forma completa, nada queda en el olvido y todo vuelve a ser otra vez como si realmente fuera la primera vez.
Basta a veces, caminar unos pasos por tal o cual lugar y comienza otra vez el desfile interminable de viejas anécdotas, y todo vuelve, y pensamos ¡aquí estuve!...mi escuela, mis libros, mis cuadernos, mis compañeros, esos que estaban y hoy no están… los que no están pero aún los veo y siento junto a mí.
Me veo otra vez, en la misma calle que me vio correr detrás de una pelota esquiva para alcanzarla y ser su dueño, manejándola a voluntad y de a poco todo eso se fue yendo y ya aparecen en mí otros recuerdos, en un mágico cambio, momentos de aquellos sueños imposibles, de ilusiones, ya miraba cosas nuevas, y elegía con la alegría de esos años juveniles.
Nunca podré olvidarme de un grupo de amigos a los que yo, de muy joven, enseñé a bailar. Yo, a su vez, había aprendido estando en edad escolar, a bailar diversos ritmos, porque acompañaba a mis hermanas –mayores que yo- cuando ellas iban a los bailes. Cuando me llegó la época de ir a los bailes a mí, fui el maestro de todos esos amigos. Yo les enseñé todos los pasos, y conmigo aprendieron. Todos tuvieron esa iniciación cuando debutaron.
Recuerdo el miedo que cada uno tenía, y como compensación, también sentí la emoción que ellos sintieron al bailar su primera pieza, y eso no se borró nunca.
Aquellas lecciones dadas casi en secreto, quedaron como una leyenda de nuestra juventud que seguramente ellos habrán repetido a sus nietos como yo la cuento ahora.
Fueron momentos idos que pasaron en mi vida que no se olvidan y que siguen siempre junto a mí.

Quisiera que nunca se pierda nada de eso, que siempre estén presentes aunque estén muy guardados. Triste sería que de todo aquello, no quedara nada.

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24 comentarios:

  1. Eso no es una leyenda....es un tesoro!

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  2. Coincido con Alson ya ti te digo que esas vivencias no se perderán jamás.

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  3. Una vez contado Eduardo ,ya queda en nuestro recuerdo. Leyendas tan reales como emotivas.
    Un abrazo.

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    1. los recuerdos se decantan con el tiempo como leyendas,agradecemos poderlos sentis
      saludos

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  4. joven eduardo, interesante el giro que le has dado a lo de las leyendas urbanas...leyendas que deben de permanecer, me refiero a las de la clase que tú nos muestras, aunque tan sólo fuese por aquello de esa especie de inmortalidad que se supone que es el recuerdo...
    joven eduardo, si yo llego a saber que tú eres un bailaorrr de primera, al menos un maestro, te llamo y me enseñas, sí, me enseñas, a mis 50 tacos a bailar...
    nuca fui un bailaor de primera ni de segunda...ni bailaor siquiera...
    medio beso, maestro.

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    1. desde ya, te enseno a bailar pero queda bajo tu responsabilidad conseguir la pareja!
      saludos

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  5. Hay lugares que nos traen muchos recuerdos, recuerdos que nada ni nadie nos puede quitar, y eso es lo bonito. Esos buenos momentos vividos que quedan para siempre guardados en nuestra memoria y en nuestro corazón. Buen relato. Un beso.

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    1. mientras los recuerdos que nos siguen acompanando es una manera de decirnos que seguimos viviendo

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  6. Tienes razón a todos nos pasa, los recuerdos se reviven, a veces con precisión y otras con con algún añadido de nuestra cosecha, pero la esencia permanece.
    Señal de que se ha vivido.
    Abrazos

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    1. estamos agradecidos de que los recuerdos se sigan recordando y emocionando como hasta ahora
      saludos

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  7. Pensándolo bien, tú punto di vista me hace ver que muchas de esas cosas especiales que uno vive, pueden terminar siendo leyendas que se prolongarán en el tiempo, en tanto las compartamos con nuestros hijos, nietos y así sucesivamente. No dudo que algo así suceda desde el momento que justo hoy, me vi compartiendo con mi hija, una historia que a la vez me había contado mi abuela, y a ella su madre... Seguro que no es en vano lo que vivimos, y que siempre algo vamos dejando para que otros lo guarden, y llegado el momento, también lo saquen a luz... y así, a través del tiempo.
    Un beso:
    Gaby*

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    1. esas vivencias que se transmiten serán una cadena que debemos evitar romper
      saludos

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  8. Son las mejores leyendas, Eduardo. Aquellas vivencias que se guardan y transmiten por generaciones, la llamada tradición oral, responsable directa de que muchas historias, de que muchos trocitos de vida, no queden en el olvido una vez que desaparecen sus protagonistas.
    Buen enfoque para este jueves de leyendas urbanas.
    Un abrazo.

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    1. coincidimos en que esas historias bno deben quedar en el olvido y que siempre la nostalgia nos siga trayendo esos momentos queridos
      saludos

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  9. Muchas leyendas surgen así, se van contando y agregando cosas de generación en generación. Muy bonito tu relato.
    Un beso

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    1. esperemos que no sólo se sigan produciendo leyendas sino que además haya siempre con quien compartirlas
      saludos

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  10. Unas lecciones de baile que de seguro fueron bien aprendidas, y cuando una recuerda esa época, la recuerda seguro con cariño, porque es algo inolvidable.
    Muy bien contado
    Un abrazo

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    1. aquellas lecciones de baile terminaron en varios matrimonios! no se siento culpa o alegría!
      saludos

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  11. Tus palabras serán recordadas en nuestra memorias. Un saludo

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  12. He sentido en mis propias carnes ésto que transmite la carta de tu padre, Neo... esos recuerdos que reviven, esas emociones que nunca se van de tí, de tu recuerdo y de tus sentimientos. Ultimamente estoy un pelín más filosófica, -que debe ser que se me ha pegado algo, de estar ayudando a mi hija pequeña con la asignatura Filosofía para los exámenes de Selectividad- (ya sabes, esos que son previos para poder tener acceso a la universidad), pues bien, me voy a despedir con una cita de Ortega y Gasset "yo soy yo y mis circunstancias", y todas esas circunstancias de vivencias, recuerdos, sentimientos, emociones, son las que te hacen ser realmente tú, por eso jamás se pierden.

    Mil besitos gordotes

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  13. He sentido en mis propias carnes ésto que transmite la carta de tu padre, Neo... esos recuerdos que reviven, esas emociones que nunca se van de tí, de tu recuerdo y de tus sentimientos. Ultimamente estoy un pelín más filosófica, -que debe ser que se me ha pegado algo, de estar ayudando a mi hija pequeña con la asignatura Filosofía para los exámenes de Selectividad- (ya sabes, esos que son previos para poder tener acceso a la universidad), pues bien, me voy a despedir con una cita de Ortega y Gasset "yo soy yo y mis circunstancias", y todas esas circunstancias de vivencias, recuerdos, sentimientos, emociones, son las que te hacen ser realmente tú, por eso jamás se pierden.

    Mil besitos gordotes

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