Fue
un día como hoy…la misma hora…el mismo sol de siempre. Pero algo hizo que todo
fuera distinto, y así sin darme cuenta, todo cambió de golpe.
Nació
así, aquella primer mirada, la primera sonrisa, un amago, apenas, pero estaba
ahí, como esperándome. Y desde entonces, desde aquella vez, quedó junto a mí acompañándome y no se fue nunca.
Hoy
se cumple un nuevo aniversario de ese “algo” que aquella vez nació, que nunca
morirá y que habrá de continuar junto a mí como si fuera mi propia huella, en
silencio, siguiéndome en todo momento, en cada hora.
Fuimos
luz y sombra, sombra y luz, dos almas que alguna vez estuvieron separadas, pero
en cuanto pudieron verse, fueron una sola, que en sus comienzos fue “algo” y
que llegó, con el tiempo a ser “todo”.
Eso
que una vez pasó, no pudo borrarse y por el contrario, fue más intenso cada
vez. Quizás así sea la vida que todavía queda en nuestros corazones.
Hay
momentos en nuestro transcurrir en que todo parece que es igual, frío, opaco,
sin matices, pero de pronto surgen con toda nitidez y sentimos de nuevo aquello
que una vez nació y que en cada aniversario revive otra vez con más fuerza que
nunca. Es lo que no se olvida, lo que vive junto a nosotros, que consigue que
una sonrisa llena de melancolía aparezca de golpe pero también es la causa de la
lágrima que se nos escapa sin que podamos evitarla.
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¡Qué emotivo!
ResponderEliminarMe alegra que te gustara. Saludos, Eduardo, desde el perfil de mi hija.
EliminarUn sentimiento vivo, expresados con bellas palabras que trasmiten un amor profundo.
ResponderEliminarUna unión que a buen seguro pervive.
Abrazos.
Gracias por tus palabras.
EliminarSaludos, Eduardo, desde el perfil de mi hija.
La madurez de los años se respira en cada palabra.
ResponderEliminarOjalá lleguemos a esa lucidez.
Un abrazo
Se agradece el cumplido.
EliminarSaludos, Eduardo, desde el perfil de mi hija.
Amor del de verdad, del que se consigue solo con respeto y comprensión. Los años enseñan a vivir y a amar de forma desinteresada.
ResponderEliminarUn beso.
La vida es una verdadera escuela.
EliminarSaludos, Eduardo, desde el perfil de mi hija.
qué placer leerlo de nuevo, Eduardo!
ResponderEliminarel alma dispone "prohibido olvidar" y qué bien hace!
sutil tejido de palabras como siempre.
un abrazo!
Muchísimas gracias por leer y acompañarme.
EliminarSaludos, Eduardo, desde el perfil de mi hija.
Eso es lo que imponen los sentimientos valederos, el constante recuerdo, sobre todo, en el corazón, que es donde se atesoran los momentos y las personas que llegan a dar luz a nuestras vidas. Palabras sabias y ricas de experiencia las que nos ofreces.
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Muchas gracias por tu amable comentario.
EliminarSaludos, Eduardo, desde el perfil de mi hija.
Hermoso!!! Emotivo y tierno!!!
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias por tus amables palabras.
EliminarSaludos, Eduardo, desde el perfil de mi hija.
Qué bonito! Es maravilloso ver como transcurre una vida junto a otra y todavía eres capaz de emocionarte.
ResponderEliminarEso es lo que le da sentido a todo.
EliminarSaludos, Eduardo, desde el perfil de mi hija.