Si tuviésemos que hacer un resumen de nuestra vida,
tratando que no se escapara ningún detalle, necesitaríamos dos tipos distintos
de listas: en una trataríamos que estuviera registrado todo lo bueno que
pudimos hacer en nuestro diario vivir, todo absolutamente todo, pero buscando que
fuera la pura verdad, sin omitir nada, ni siquiera lo más mínimo, aunque nos
pareciera que no tiene importancia.
Haríamos una lista de forma que la sinceridad sería el
principal ingrediente, dando lugar a que no se nos escape nada ni tampoco se
agregue nada a favor porque sí.
Lo importante sería que mostrara todas las virtudes
que pudiéramos tener, grandes o pequeñas, simples o importantes, para que
quedara al final de su confección, un detalle completo y real de cómo somos.
Si se diera el caso que alguien tuviera que opinar y
juzgar lo vivido por nosotros, tendría allí la verdad y podrían saber y juzgar
cómo fuimos. Con la satisfacción de haber sido sinceros cuando hicimos el
inventario de nuestros buenos actos podríamos ocuparnos de hacer otra lista,
simple o detallada de lo otro, lo que no debió ser, pero fue. Lo que a pesar
del paso del tiempo, no pudo ni borrarse ni cambiarse.
Pero como en el caso de la otra lista - la de las
cosas buenas- estaría registrada la verdad, sin omitir nada y podrían verse allí
los posibles errores que tuvimos.
Entonces, al final de esas recordaciones, sólo
quedaría poner a cada una un título, que resuma y defina lo que fue, una diría
con letras bien grandes y legibles todo lo grato que fue y aunque reconociendo
que podría haber sido más amplia. Y en la otra bastaría poner unas pocas
palabras que digan “para olvidarse”…aunque mejor sería romper esa lista y hacernos
la ilusión que nunca existió.
Hay cosas que no debieran existir, pero existen y su
destino final debiera ser uno solo, EL OLVIDO. Nos puede costar hacerlo, pero
si lo conseguimos, no hará falta nada más.
Más relatos, en lo de Charo
Me parece genial tu reflexión. Siempre he querido llevar un diario de mi vida pero solo lo he hecho a medias...hay cosas que no quiero que se me olviden, tanto buenas como malas.Creo que el olvido a veces es un mecanismo de defensa porque hay cosas que si las tuviéramos siempre presentes no nos dejarían vivir. Gracias por participar Eduardo, un beso
ResponderEliminarUn placer poder hacerlo. Gracias por tu amable comentario.
EliminarSaludos, Eduardo.
Es una buena reflexión, dos listas, y lo malo para olvidar, me gusta. Con el paso del tiempo si los leyéramos nos quedariamos sorprendidos.
ResponderEliminarUn abrazo
Seguramente sería así.
EliminarSaludos, Eduardo.
Creo que he cometido demasiadas equivocaciones, prefiero no hacer balance.
ResponderEliminarBesos
No creo que sea para tanto!
EliminarSaludos, Eduardo.
Lo que por estos lares se llama "la lista tonta" y "la lista lista", de lo que no estoy muy segura es decir cual es cual.
ResponderEliminarBuena tarea la suya
Gracias por tu comentario.
EliminarSaludos, Eduardo.
Eso es lo que aconsejan los psicólogos, ¿lo eres tú?
ResponderEliminarMe faltan varias materias para serlo!
EliminarSaludos, Eduardo.
Para algunos actos anotados en la lista, muchas veces borrón y cuenta nueva, otros en cambio gusta mantenerlo en la memoria. Buena recomendación Eduardo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Queda a cargo de cada conciencia
EliminarSaludos, Eduardo.
Una lista de lo bueno y lo malo con toda sinceridad y digamos que algunas cosillas quisiéramos olvidar o que de algún modo o alguna forma no explico el por que? definitivamente hemos olvidado
ResponderEliminarEs decisión de cada quien.
EliminarSaludos,Eduardo.
Una excelente reflexión, y es verdad hay cosas que es mejor olvidar, pero que difícil se hace a veces lograrlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Depende de nosotros.
EliminarSaludos, Eduardo.
A mi me gustaría borrar algunas cosas, pero borrarlas de verdad sin embargo siguen en mi memoria y se resiste al olvido. Esto de la memoria es tan relativa que no me atrevo a afirmar nada. Pero me ha gustado tu reflexión.
ResponderEliminarUn abrazo
La decisión es personal.Suerte!
EliminarSaludos, Eduardo.
Supongo que esas listas las tenemos grabadas ¿en nuestra conciencia? Lo que ocurre es que no las vemos y seguramente no miramos esa conciencia con esa sinceridad que sería exigible.
ResponderEliminarMe gustó, una semana más, tu reflexión, Eduardo.
Un abrazo.
Te agradezco por tu comentario.
EliminarSaludos, Eduardo.
Excelentes palabras para recoger una reflexión muy buena sobre todo aquello que nos sucede y que en el fondo desearíamos poder borra de un plumazo. UN abrazo
ResponderEliminarGracias por tu amable comentario.
EliminarSaludos, Eduardo.
A veces es difícil olvidar... Supongo que porque a veces es difícil perdonarnos a nosotros mismos...
ResponderEliminarSeguro hay mucho de eso.
EliminarSaludos, Eduardo.
siempre tan sabio usted, querido Eduardo!
ResponderEliminarun abrazo
Gracias a vos por tus palabras.
EliminarSaludos, Eduardo.