Esta semana, Carmen nos propone hablar de la solidaridad y de su presencia en nuestro mundo. Les dejo mi aporte:
He podido darme cuenta que muchas personas – bastantes-
solamente ven, cuidan y atienden lo que más les interesa.
Puede verse que lo primero que se busca es satisfacer el “yo”,
los demás, poca importancia tienen, es decir, se da preferente atención “a lo
que más nos conviene”-
Esa costumbre se ha ido arraigando de tal manera, que a veces
hasta deja de interesarles si alguien de su entorno tiene algunos problemas.
Se piensa que el resto de las personas, aun cuando pasan por
ese mal momento, nada de ello tiene mayor valor y la preocupación que sienten
por las cosas ajenas es tan relativamente insignificante que hace que el olvido
llegue pronto.
Pero afortunadamente quedan personas -no muchas- que todavía tienen la buena
voluntad de ayudar al prójimo en la medida en que pueden.
Ese tipo de solidaridad no necesita que “la obliguen”,
aparece por sí sola, ayuda, no pregunta, a veces improvisa, no espera que nada
ni nadie la convenza. A veces es un simple apretón de manos, una caricia, una
palabra de consuelo, un consejo, la lista es enorme, pero quizás lo más valioso
de todo es que su ayuda aparece sin que se la llame.
Hay veces que nos parece haber conocido a la persona ideal,
esa que creímos que sería nuestro mejor
compañero; a veces es cierto otras resulta no serlo. Quizás sea a través de los
pequeños gestos solidarios que se van dando entre ambas personas la forma en
que se llega a verificar la sinceridad de tal afecto.
Quizás haya cosas que sea mejor olvidar, pero lo que nunca
debemos dejar de tener presente es la mano tendida siempre dispuesta para
ayudar a un amigo o a quien lo necesite.
Autor: Eduardo
Muy bonito... Me gusta porque es como dices.
ResponderEliminarMuchas veces, al ayudar a otros, lo hacemos egoístamente pensando en nosotros.
Hay cosas sencillas donde verdaderamente se ve la solidaridad.
Muchos besos
Tienes toda la razón, porque si esa solidaridad no sale de dentro no es tal, simplemente no lo es.
ResponderEliminarCon lo de los amigos también estoy de acuerdo, a veces una cree que lo son, y simplemente son conocidos que están contigo por el interés.
Buena reflexión como siempre amigo.
Gracias por participar.
Un abrazo
Es cierto, quedan de esas personas.
ResponderEliminarSaludos.
Lo has expresado de forma clara y contudente, estos ideales son los que practican todos los voluntariados, pero de poco sevirian a los los necesitados de pan y de techo.
ResponderEliminarSon muchas las maneras de ejercer la solidaridad. Muy buena entrada amigo Eduardo. que disfrutes del fin de semana. Un abrazo.
Muy buena reflexión, como siempre, Eduardo. No es necesario hacer alarde de la solidaridad que uno tiene, eso es algo que se siente y se hace espontáneamente con la gente que se tiene alrededor, como tu dices, con un gesto, una caricia...
ResponderEliminarUn abrazo.
La experiencia siempre habla por tu boca, Eduardo. La solidaridad comienza en el entorno próximo, cercano.
ResponderEliminarUn abrazo.