Según
se comenta, hay en algún lugar del mundo, un sitio donde va todo aquel que
tiene un deseo que pedir pero allí van también todos los que están dispuestos a
dar algo de sí. Se produce así un verdadero intercambio que casi siempre se
equilibra.
Se
le conoce -así, simplemente- como el Pozo de los Deseos.
De acuerdo
a lo que cuentan, es enorme, y es imposible calcular la capacidad que tiene para
guardar tanto.
Por
mucho tiempo que pase nunca está colmado, siempre por una “magia especial”
queda un lugar vacío, disponible para un nuevo deseo que aparezca de improviso.
Si
se observa bien, se puede apreciar que a ese Pozo famoso concurren dos tipos de
personas, los que siempre piden algo para sí, y los que tratan de dejar algo de
lo bueno que tienen para que puedan pedir los demás.
El
desfile es incesante pero últimamente pasa algo curioso. Los que piden algo
bueno pero a la vez son generosos, son pocos, en cambio los que piden algo sin
dejar nada, son la mayoría.
Notamos
entonces que lo bueno que allí se acumula disminuye cada vez más y se corre el
peligro que desaparezca.
Nos
preguntamos ¿por qué razón la gente no lo advierte? no toma conciencia del
peligro que se corre cuando solamente se quita y no se aporta.
Llegará
un momento en que podremos ver lo que quedó de aquel intercambio ideal.
Si
nadie fue aportando eso bueno que se acumulaba si la gente no devuelve con
generosidad, llegará un momento en que todo aquello bueno que contenía el Pozo se
acabará para siempre. ¿Me pregunto cuándo será?
Más relatos, en lo de San
Si que es cierto a la hora de soñar no somos muy generosos, y los deseos son siempre propios... aunque me gustaría ser utópica en este sentido. Quien pide, se da y empatiza con el sufrimento ajeno me da la sensación que llena el pozo, lo que si es cierto es que son poquitos...
ResponderEliminarBesos
Roquemos para que sean muchos.
EliminarSaludos.
Eduardo (desde el perfil de mi hija)
El egoismo es innato en el hombre, es más fácil pedir que dar, y si en algún momento nadie da, no se, acabaremos mal. Espero que la gente reaccione.
ResponderEliminarUna buena reflexión
Un abrazo
Yo diría que tenemos que reaccionar.
EliminarSaludos.
Eduardo (desde el perfil de mi hija)
Creo que es una situación puntual, todo volverá a ser como era antes, y sobrarán cosas para repartir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esperemos que así sea.
EliminarSaludos.
Eduardo (desde el perfil de mi hija)
La frase es dando que recibimos, no está en todos incorporada.¿Es que la gente no va al pozo para pedir por los que ama? ¿o siempre es para si mismo? tampoco lo hace para agradecer. Si el pozo fuera un ser humano se cansaría con seguridad. Magnífico tu desarrollo. Soy nuevo en el grupo, estudiando el terreno jajaja.
ResponderEliminarUn abrazo para ti.
Gracias por tu comentario y bienvenido!
EliminarSaludos.
Eduardo (desde el perfil de mi hija)
Confió en la sabiduría del pozo mágico, él sabrá dar a quien da y negar a quien nada aporta. Besitos.
ResponderEliminarEsperemos que así sea.
EliminarSaludos.
Eduardo (desde el perfil de mi hija)
Tu sabes Eduardo, tan bien como yo, que ese pozo existe, pero no en algún lugar del mundo. Existe en todos y cada uno de nosotros. Durante toda nuestra vida somos a la vez expendedores y receptores de deseos. Al final cuantificar en en un balance, el déficit o superávit es un capricho que tampoco sirve para mucho. Los demás (aunque demasiado tarde) hablarán por nosotros.
ResponderEliminarAbrazos
Tratemos que los demás puedan hablar bien de nosotros.
EliminarSaludos.
Eduardo (desde el perfil de mi hija)
Pues es verdad, no había caído en eso, supongo que a los demás le ha pasado igual que a mí. Gracias por abrirnos los ojos.
ResponderEliminarCon los ojos cerrados se sueña, con los ojos abiertos se aprende a ver y comprender.
EliminarSaludos.
Eduardo (desde el perfil de mi hija)
A lo mejor existen quienes tienen el deseo de dejar algo que cumpla el deseo de los demás.
ResponderEliminarDebemos empezar nosotros con el ejemplo.
EliminarSaludos.
Eduardo (desde el perfil de mi hija)
Muy buena reflexión. Yo siempre he creído que no es lícito pedir y pedir, también es bueno dar gracias por lo que ya tenemos y compartir. Un beso.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo.
EliminarSaludos.
Eduardo (desde el perfil de mi hija)
Es muy cierto lo que reflexionas, solo que confío o deseo que ese pozo no se agote nunca. Sucederá así, mientras sean más lo que dan que los que piden, cuando el interior de ese pozo, sea nuestro propio interior profundo e inagotable y sobre todo solidario y generoso.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Tratemos de "regar" ese pozo como corresponde. Las ideas buenas dan su fruto.
EliminarSaludos.
Eduardo (desde el perfil de mi hija)
Das un buen asunto para la reflexión. Sea a nivel de deseos como a nivel de posibilidades, cuantas veces se critica al que aprovecha una circunstancia en beneficio propio y que pocos dejarían pasar esa oportunidad sin beneficiarse.
ResponderEliminarOjalá cundiera el mensaje que dejas en este relato y nos diéramos cuenta que todos podemos ganar en una misma acción. Y alguna vez que leí que eso, beneficiarse y beneficiar a los otros, se llama inteligencia.
Un abrazo.
Ya sabemos el remedio...¡empecemos!
EliminarSaludos.
Eduardo (desde el perfil de mi hija)
Qué bonita historia para reflexionar!Nunca lo había mirado desde ese punto de vista, pero es verdad, si no dejamos nada en el pozo y sólo quitamos, se va a secar.
ResponderEliminarTratemos que el pozo no se seque.
EliminarSaludos.
Eduardo (desde el perfil de mi hija)
Lo bueno sería encontar el equilibrio, pero éste viene si estuviésemos menos pendientes de recibir en lugar de dar. Saludos.
ResponderEliminarTenemos que empezar a cambiar ya.
EliminarSaludos.
Eduardo (desde el perfil de mi hija)