Había una
vez…
Así comienzan
todos los cuentos, cualquiera sea la trama a desarrollar. Muchas veces, su
comienzo es incierto, las palabras justas y necesarias no aparecen. Son momentos
llenos de silencio y misterio, nada sirve, no aparecen las ideas, y creemos que
el destino del papel que vamos a usar, ha de seguir en blanco.
Son esos
instantes indefinidos que aparecen de golpe y se quedan junto a nosotros como
queriendo acompañarnos.
Estamos solos.
Nos sentimos solos, tenemos frente a nosotros, como toda compañía, un simple
arbolito de navidad, que fuimos armando de a poco como lo hicimos tantas veces
y que, ahora, ya terminado, nos parece preguntar ¿y ahora qué?
Y sentimos
que sin saber cómo ni por qué, van apareciendo recuerdos de otras navidades que
el tiempo se llevó y ahora están otra vez con nosotros.
Es un
desfile interminable de cosas que resurgen y traen consigo infinidad de
momentos pasados que creíamos olvidados.
Cada adorno
que vemos en ese simple arbolito, toma vida otra vez y vemos en ellos, ráfagas
de nuestra infancia, rodeada de los mayores que ya no están, pero que siguen
estando…y así cada año que va pasando volvemos a echar mano a ese mágico
arbolito…y mientras lo volvemos a decorar otra vez, seguimos recordando ese
ayer que se fue alejando, pero que nunca muere.
Llegará quizás,
alguna vez, que entre tantos adornos luces y colores, estemos nosotros, ahí,
cuando alguien nos recuerde como lo hicimos nosotros en su momento con los demás,
y se sucedan nuevamente, en una fila interminable, todos los que ya no están
junto a los nuevos que habrán de llegar.
Porque la
vida sigue y no faltarán arbolitos con recuerdos que llenen sus ramas sin
marchitarse.
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No sólo el arbolito, las Navidades en sí son un puro recuerdo al que se van sumando los de cada Navidad que pasa.
ResponderEliminarCiertamente, el arbolito guarda consigo una carga emotiva especial, sobre todo a lo que recuerdos y navidades pasadas trata. Es inevitable... son éstas fechas de alegría y celebración para muchos, pero para otros de profunda nostalgia.
ResponderEliminarBesos y muchas felicidades!
Gaby*
La Navidad, tiempo en que los recuerdos nos invaden, en que las ausencias se hacen más patentes que nunca, tiempo en que nos sentimos más inclinados que nunca al amor y al acercamiento a los demás.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Sí, es así, y seguirá siéndolo. En cada elemento que da personalidad a ese arbolito, hay un poco de todos nosotros, momentos, fechas y personas.
ResponderEliminarMuy buena esa reflexión, que se aleja de lo sensiblero que a veces nos confunde de estas Fiestas.
Abrazos
Cada recuerdo, momento o situación que se va conformando en nuestras vidas y tiene una carga emocional fuerte, suele estar presente en estas fechas... está bien, porque eso quiere decir que tuvo su importancia y le tenemos apego.
ResponderEliminarGracias por participar, feliz año nuevo!!
Un abrazo
Creo que ciertamente en las navidades se unen los recuerdos de quienes añoramos con las presencias que estimamos, formando cada año un nuevo eslabón de un cariño que permanece.
ResponderEliminarEso saco de tu relato y eso siento. Un abrazo y mis mejores deseos para este nuevo año.
Es bueno reconocer esos recuerdos y disfrutar de ellos. No dejar que nos invada la melancolía... Saludos
ResponderEliminarBello cuento o realidad?, lo bueno es siempre permaner en la memoria del que nos amó,
ResponderEliminarBesos ♥♥