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jueves, 19 de diciembre de 2013

ESTE JUEVES, UN RELATO: El regalo

(Texto escrito hace tiempo y adaptado para esta convocatoria bloguera)






Me habían prometido un obsequio y  me dieron, anticipadamente, muchos detalles del mismo. Sabía antes de recibirlo que se trataba de una jaula finamente trabajada, toda una verdadera obra de arte. Efectivamente, días después llegó el regalo esperado. Podía verse que quien la había fabricado no escatimó ni tiempo ni esfuerzo para hacerla. Era todo un lujo…lo que se dice una verdadera obra de arte.

Era amplia, con bebederos artísticamente trabajados, para colocar los alimentos se había hecho un estudio previo, aunque simple, para que en cada rincón no faltara comida. Todo estaba calculado, cosa por cosa, aquí para el agua, del otro lado y a distinta altura, travesaños como para que la vista desde adentro tuviera distintos ángulos de enfoque hacia afuera. Hasta el piso lucía…todo brillaba…marco perfecto para acompañar la otra maravilla: se trataba de un pájaro cantor que, según me dijeron era algo fuera de serie…y realmente lo era…pues yo había podido sentir un verdadero goce al escuchar los mágicos trinos que a cada momento emitía.

Se me había dicho que colocara la jaula en el lugar más agradable, donde no faltaran los rayos de sol.

Elegí el mejor sitio, el mejor de todos para lucir la jaula y a la vez, el mejor para que el ruiseñor disfrutara del lugar y así cantara más dulcemente.

No pasó mucho tiempo para comprobar efectivamente  lo maravilloso del regalo recibido. Sin duda había encontrado el lugar perfecto para que aquella ave regalara sus trinos con generosidad y belleza. Era música pura…por momentos cambiaban sus tonos, algunas veces seguidos, otras, espaciados, pero la melodía era siempre hermosa…con escalas ascendentes y descendentes…un verdadero deleite.

El pájaro cantor era parte de aquella jaula hermosa y a la vez, la jaula tan bellamente trabajada correspondía ampliamente a los méritos de su ocupante.

Me sentí obligado a agradecer ese obsequio de inmediato, tratando de encontrar las palabras correctas para expresar tanto mi agradecimiento como mi deleite. No quería que pasara desapercibido ningún detalle.

De pronto, y no sé cómo, tuve un pensamiento absurdo, hasta ridículo…algo que no podía explicar…creí percibir que el aire que había dentro de la jaula no era igual que el de afuera, algo lo hacía diferente…

Por dentro, el aire de la jaula era encierro, por fuera, el aire resultaba ser libertad. Un pensamiento si se quiere subjetivo, pero lo sentí muy real.

Luego, no sé cómo, me olvidé del agradecimiento, de la obra de arte de la jaula, del goce que sentía cuando escuchaba los mágicos trinos, de la emoción que me provocaban…

….

Ha pasado un largo tiempo…hoy en casa, en el lugar elegido donde antes había colocado la jaula, todo es distinto…el aire de afuera y de adentro ahora resulta ser el mismo, no hay diferencia.

Después de mucho meditar, tengo una duda y me pregunto ¿cuándo me sentí realmente feliz?...¿cuando me anunciaron el regalo?...¿cuando lo recibí?...¿ahora?...porque recuerdo que esa maravillosa jaula, entre tantas cosas, tenía una puerta…y yo la abrí…

Hoy la jaula sigue estando en su lugar, los rayos de sol también…los trinos del ruiseñor los sigo escuchando de lejos…de muy lejos…pero tienen algo distinto…mejoraron mucho y me pregunto por qué…¿será por la puerta que ya no está?
 
 
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13 comentarios:

  1. Cuanto me alegra de aquella toma de conciencia que el dentro y el fuera ahora sea el mismo. Besos.

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  2. La libertad es el don más preciado de la vida y tú lo has dejado perfectamente claro.

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  3. Desde luego mucho más valioso que la jaula era el pájaro cantor, libre.
    Un regalo auténtico , puertas abiertas al vuelo.
    Feliz 2014.

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  4. Uno es realmente feliz cuando procura con sus actos la felicidad de los demás. El ruiseñor había nacido para ser libre, no para vivir enjaulado. Pienso que en tu historia, el acto de abrir la puerta trajo felicidad al pájaro, al que la abrió e incluso al mismo aire que tampoco nació para oxigenar celdas.
    Feliz Navidad, Eduardo.

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  5. Qué maravillosa historia! Pienso como Pepe que la mayor felicidad es hacer feliz a los demás y que sentir que el pajarito no lo era del todo no te dejaba serlo a ti tampoco.
    Un beso

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  6. Qué bonito.
    FELIZ NAVIDAD!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  7. Me declaro totalmente de acuerdo. Es maravilloso escuchar el trino de un pájaro, pero no es necesario para ello condenarle a cadena perpetua. Abrazos y felices fiestas.

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  8. Hola!!
    Que bueno es saber que la libertad gano al encierro, mas bonita abierta que cerrada, ya no es una jaula sino un espacio abierto, el mejor regalo.
    Gracias por participar!
    Besos

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  9. Qué emotiva historia! Es un canto de libertad... tan sencillo, como que no hay mejor lugar que aquel que no implique encierro, que provoque abrir las alas y dirigirse hacia el lugar que uno elija. El canto melodioso de ese pájaro, seguro tiene los sones de su agradecimiento.
    Besos y muy Feliz Navidad!
    Gaby*

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  10. Maravilloso como siempre es leerte!!!
    Un abrazo y muy felices fiestas!!!

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  11. Es una acción muy considerada la de abrir la puerta de la jaula y dejar en libertad al ruiseñor. Por más que la jaula sea hermosa no hay como vivir en libertad.
    Un beso y muchas felicidades!

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  12. Seguro que el ruiseñor aún te lo está agradeciendo, emitiendo sonidos más preciosos de los que hubiera emitido prisionero.
    Un abrazo

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  13. La libertad es un preciado tesoro. Y la persona que da la libertad, el mismo hecho de darla, le honra.

    Bss.

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