Si tuviéramos que definir qué es la vida -la nuestra,
por ejemplo- tal vez comenzaría los problemas para encontrar las palabras
necesarias para dar una respuesta con exactitud.
Hay tantos altibajos en su desarrollo, que nos
sentiríamos incapaces para definir y resolver los problemas que pudieran
presentarse, sin darnos tiempo para poder enumerarlos, clasificarlos y -de
poder- solucionarlos a la medida que se presentan.
Es un trabajo a resolver, en donde cada uno, con la
capacidad que pueda tener, debe solucionar las situaciones imprevistas que se
presenten, tratando que sus decisiones sean las correctas.
Podríamos compararla, para tener una mejor idea, con
un mar enorme, desconocido, en el que estamos a la deriva, lleno de sorpresas,
con momentos de calma, así como también períodos de tormenta de todo tipo, y
para poder seguir la travesía, todo queda librado a nuestro esfuerzo.
Puede que en medio de esa desesperación, aparezca algo
o alguien que nos traiga el socorro que tanto necesitamos y que tal vez no
llegue como quisiéramos.
El trabajo que nos espera es enorme, por momentos
podemos dudar que nuestras fuerzas nos alcancen y sentimos la sensación de
quedar abandonados, librados a nuestra suerte.
Quisiéramos a veces que ese mar en el que nos sentimos
naufragando, tuviera la serenidad necesaria para poder seguir adelante, pero
también es necesario, llegado el caso, ponernos a prueba para sentirnos
capacitados de superar todo lo que se presente.
Quedarnos quietos, en la vida, sería un error. Nos parece
comparable a sentirnos sumergidos en ese mar sin tratar de avanzar y sobrevivir.
Tiene que haber alguna costa de algún sitio
desconocido donde atracar, reponernos y seguir adelante.
más relatos sobre el mar, en lo de Alberto
Quedarse quieto significaría ser arrastrado por las corrientes.
ResponderEliminarPara permanecer en el mismo sitio, hay veces hay que moverse muy rápido. Y no siempre es posible.
Una interesante comparación de la vida con el mar.
ResponderEliminarEsperemos no irnos a la deriva.
Está muy bien tu comparación del mar con la vida. Desde luego siempre es mejor luchar.
ResponderEliminarun abrazo
Definir la vida... vaya tarea! También vivir la vida, es difícil. Sin embargo, una cosa es cierta, hay que salir a flote, lo más airoso posible.
ResponderEliminarUna buena comparación la que has hecho.
Besos!
Gaby*
Siempre en constante movimientos como el mar...Me gustó. Un abrazo
ResponderEliminarHay veces que naufrago en ese mar y por más que lucho contra sus embestidas me hundo en el abismo...afortunadamente siempre hay algo o alguien que me ayuda a salir a flote. Muy buena comparación.
ResponderEliminarPreciosas palabras. Es cierto que el inmovilismo no nos lleva a ninguna parte. Ponernos a prueba para poder decir que no podemos superar algo. Cierto, y la valentía para poder volar y salir del fondo del mar. Tal vez muchos necesitemos la ayuda de esa persona que comentas.
ResponderEliminarMuchas gracias por participar en mi convocatoria con unas palabras tan esperanzadoras.
Excelente comparación, y muy bien cierto. Lo importante es no darse por vencido, la lucha ante las adversidades es la que nos ayuda a sobrevivir. =)
ResponderEliminarSaludos