Una vez se
me ocurrió pensar que para entendernos mejor y poder expresarnos con los demás
como debe ser, sería imprescindible unificar los idiomas que actualmente están
en uso, dejando solamente uno.
Comprendo que
dada la enorme cantidad de ellos que existen en el mundo, conseguir que
prevalezca solamente uno, es muy difícil.
¿y cómo
hacerlo entonces?
Sería necesario
elegir entre tantos, uno solo, pero tengo la impresión que nadie, tal vez, tendría
la voluntad necesaria para renunciar al suyo y aprender a valorar el que resulte electo.
Después se me
ocurrió una idea un poco rara.
¿Por qué
molestarnos en cambiar el idioma que cada uno uso y no tratamos de modificar primero
la forma de pensar como tenemos por costumbre, en muchos casos?
Es posible
que la lista de cosas que precisamos que se cambien sea enorme. Pero debiéramos
probar hacer una selección muy simple, por ejemplo –esto sí, esto no- pero así
y todo, aunque pudiéramos hacerlo, el trabajo que nos demandaría sería muy
complejo, debiendo invertir mucho tiempo.
Me pregunto:
¿qué nos queda por hacer?
Al final, me
parece que no sería necesario cambiar los idiomas con tanta urgencia, ya que considero
que hay muchas cosas en nosotros que necesitarían ser renovadas y mejoradas con
antelación.
Bastaría con
que cada uno suprimiera un error de los tantos que podemos cometer para que
llegado al final de esa “limpieza” sólo quedara más de lo “bueno”.
Somos tantos
en este mundo los que podríamos colaborar, que tengo la seguridad que no
quedaría casi nada malo por combatir y podríamos entendernos mejor.
De esa
manera tal vez habríamos descubierto una nueva forma de razonar. Solo queda
probarlo.
Más idiomas, en lo de Juan Carlos
La incomunicación se da entre quienes hablan el mismo idioma, también sucede eso.
ResponderEliminarA veces aunque hablemos el mismo idioma, siempre hay algo que quizás no logramos o entender o que realmente no queremos entender, nublando por completo tanto la mente como el corazón
ResponderEliminarA veces se nos vienen a la mente ideas que procuran de alguna forma mejorar el mundo, o a nosotros mismos, siempre en pro de una buena causa. Claro, que es todo tan difícilmente complejo, que nuestras buenas intenciones no quedan más que en locas utopías... pero... que bellas son las almas que albergan estos sueños! Seguro que si todos pusiéramos una pequeña dosis de buena voluntad, se podría llegar bastante lejos. Lindas y positivas tus reflexiones Eduardo...
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Llevas razón Eduardo, no hay que cambiar el idioma, más bien la forma de pensar y actuar. Para comunicarnos y entendernos, basta con desearlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como siempre tienes razón, la verdad es que lo primero es cambiar muchas cosas de nosotros y después vendrá lo demás.
ResponderEliminarUn abrazo
Sería un buen modo de comenzar, aunque fuera tan difícil como lo es que cada cual reconociéramos errores propios.
ResponderEliminarY te doy la razón en que nos confunde más la forma de pensar que el propio idioma, he vivido momentos en que lo he comprobado,
Abrazos y gracias por tu reflexión, siempre es positiva y da que pensar.
Es una idea lindísima, pero no creo que todos estemos preparados para el cambio, primero habría que limpiar el mundo de malos sentimientos, de malas personas y luego tal vez...
ResponderEliminarUn abrazo!
Habría que suprimir, además de las palabras, los hechos que les dieron origen. Muerto el perro, se acabó la rabia decimos por aquí. Si no existieran la maldad, las catástrofes, las guerras, el hambre, no hubieran nacido las palabras con las que definirlas. Lamentablemente está en la naturaleza humana.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Mientras iba leyendo las primeras líneas, pensé que más que el idioma, está cómo se piensa y siente, porque ese idioma nos ubica en lugar geográfico que nos marca en muchos aspectos. Luego seguí leyendote, y me pareció más interesante el hilo por el que seguía tu relato
ResponderEliminarEs un ideal, pero de eso se hace la vida y el futuro. De lo contrario, no llegaríamos a tenerlo.
besos Eduardo
Es una visión del complejo mundo del entendimeinto muy madura e inteligente: Cambiemos nosotros y las diferencias en la forma de comunicar serán más llevaderas y compartidas, sin que cambie la esencia de cada uno de nosotros.
ResponderEliminarAbrazos
EStoy de acuerdo contigo Eduardo, no es una idea rara, esa debería ser la idea, cambiar parte de nosotros mismos para entendernos entre nosotros y porqué no, con el planeta mismo, los idiomas no son el motivo de no entendernos, mira que si se fueron creando por ello, como códigos ocultos para comunicarnos con los de nuestro mismo pensamiento y llegó un momento en el que se nos fué de las manos y ya no nos entendemos ni entre nosotros, ni con la naturaleza, ni con los que hablan el mimso idioma... jejeje, vale, vale, se me va la cabeza y me pierdo!!!, es que da que pensar tu relato, estupendo, miles de besosssss
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